Más de 250 representantes de organizaciones piqueteras, de derechos humanos, sindicales, estudiantiles y ambientalistas movilizarán este miércoles desde las 16, desde el Congreso a Plaza de Mayo, en un nuevo aniversario del estallido social que en 2001 derivó en la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa.
Eduardo Belliboni, referente del Polo Obrero, conversó con La Mecha por Radio Provincia y sobre la marcha del día de hoy dijo que “lo viven con normalidad, pero con un poco de preocupación por las declaraciones que se hacen como si esto fuera una guerra, hablando de un dispositivito militar, detallando cada instrumento para usar en una marcha que es lo más normal del mundo en este país. Escuché a un periodista decir que prohibir las marchas es como prohibir a la selección. Es algo natural”.
No obstante, afirmó que “el campo se ha manifestado, también Patricia Bullrich, aunque del lado equivocado de la vida. Defendemos su derecho a movilizar y que diga las pavadas que dice. Por eso defiendo el derecho a movilizarse de quienes piensan deferente a mí”.
Belliboni indicó que “los trabajadores se encuentran en el medio de un ajuste brutal. El corte de calle se hace por un buen motivo, es el símbolo de la laucha de una persona por que coman los pibes. La gente más buena es la que masacra la policía en una movilización y tenemos muchos mártires en Argentina. Además, la marcha se hace en un contexto de arrase, denuncia. Hay una trasferencia de ingreso de los trabajadores a sectores concentrados del capital. Se está mintiendo a lo pavote”.
También se refirió a la posibilidad de represión durante la marcha o la denuncia a los padres que lleven a sus hijos a movilizar y en ese sentido afirmó que “los padres tienen la patria potestad de sus hijos a no ser que el Gobierno quiera modificar las leyes y le pertenezca a un policía. Eso es ilegal. Los padres pueden llevar a sus hijos a una manifestación que va a ser pacífica y si la policía reprime, está violando la ley. La policía puede no cumplir una orden que es ilegal porque en Argentina no existe más la Ley de Obediencia Debida.
Sobre la situación en los barrios, aseguró que “es gravísima, han aumentado las cosas y no están entregando la comida que se acordó con el gobierno anterior. No llega la comida a los comedores populares y ahora tenemos el problema que llegan las fiestas y la gente el único pan dulce que puede comer es el que a veces le entrega el Estado”.
Por último, precisó que “el desprestigio de los dirigentes sociales me interesa muy poco. Pero no hay ninguna crítica a la CGT porque no lucha. Creemos que debería haber un paro nacional en Argentina y no cargarnos el peso de pelar contra un gobierno insensible y antidemocrático. Debería haber un paro nacional en el que todos marchemos porque los tipos tiraron una bomba y se fueron a dormir. Cómo nos fue no haciendo nada en el gobierno anterior: mal. Ganó Milei las elecciones. Hay que reaccionar frente a la primera agresión”.