Alejandro Belkin es doctor en Historia, docente e investigador de Conicet, especializado en temas de sindicalismo revolucionario y movimiento obrero argentino.
En diálogo con Sergio Wischñevsky por AM 1270 analizó un gobierno que fue capaz de aplicar devaluaciones tan profundas como la del actual presidente Javier Milei. Arturo Fondizi gobernó Argentina entre el 1 de mayo de 1958 al 29 de marzo de 1962 quien llega a la presidencia "en elecciones viciadas porque el peronismo estaba proscripto, y el radicalismo dividido en dos alas, la Unión Cívica Radical del Pueblo, comandado por Ricardo Balbín, y la Unión Cívica Radical Intransigente, encabezada por Arturo Frondizi".
En ese marco, Belkin explica que para alcanzar la presidencia Frondizi debe hacer un pacto con Juan D. Perón, a cambio de "de restablecer la ley de asociaciones sindicales y una vez en el gobierno, levantar la proscripción del peronismo".
"Frondizi obtiene el 44% de los votos con un 9% de voto en blanco", acto que "evidencia a un sector del voto peronista que no aceptó votar a un radical", puntualizó.
Frondizi en el acto aniversario de la Revolución de Mayo el 25 de mayo de 1960
La figura de Frondizi es clave para entender la mitad del siglo XX argentino. Previo a asumir su presidencia "había escrito el libro "Petróleo y Política" donde decía que el petróleo tenía que ser manejado por el Estado, como monopolio estatal, y la campaña había sido una campaña nacional y popular, frente a un radicalismo del pueblo, más ligado a la dictadura de Aramburu, con posiciones liberales".
Entonces, Belkin detalla que "apenas triunfa, a comienzos del 58 viaja a EE.UU para firmar el primer acuerdo stand by que Argentina iba a firmar con el FMI”, lo cual ya deja entrever que “en su orientación económica, era claramente liberal”.
Frondizi con J-F Kennedy
Desde Estados Unidos, el análisis que hace el político es que "la economía argentina estaba estancada desde hace años, con baja tasa de inversión de capital productivo, y que no había capital como para poder relanzar un ciclo económico de acumulación, por lo que hay que ir a buscarlo al exterior".
Por lo tanto, "comienza a cambiar cada vez más aceleradamente su discurso a medida que pasan los primeros meses de su gobierno, entiende que hay que desregular la economía, terminar con el control de precios, el control del mercado cambiario, avanzar en privatizaciones. y si uno analiza la política económica, es claramente una orientación liberal", consideró Belkin.
El plan de Frondizi se lleva a cabo. "Aplica un congelamiento de salarios, la inflación se empieza a disparar", entonces, "la situación social se empieza a agravar, los sindicatos comienzan a manifestarse, con distintas huelgas, cada vez de mayor envergadura, huelgas de médicos, ferroviarias".
Con Emilio Donato del Carril como ministro de Economía, anuncia a su vez que "está llevando adelante negociaciones para que haya una fuerte inversión privada extranjera en el área del petróleo con capitales norteamericanos y de otros países".
En ese contexto, Belkin enfatiza que tanto sea para la intelectualidad peronista como la de centroizquierda "comienzan a hablar de la traición de Frondizi" y que lo interesante del proceso global de su presidencia es que "este plan de ajuste no cierra sin represión".
Por entonces, "se desata una huelga petrolera, un sector clave, en noviembre a pocos meses de haber asumido" y plantea que "detrás de eso hay planes subversivos, tanto comunistas de querer restaurar a Perón en la presidencia y decreta el estado de sitio, en principio por un mes, y días previo a que venza, envía al Congreso un proyecto de ley para que se lo aprueben por tiempo indeterminado".
Otras de las medidas que marcaron el gobierno de Arturo Frondizi, según la mirada del historiador Alejandro Belkin es el proyecto de ley que autorizaba "el funcionamiento de las Universidades privadas, para emitir títulos habilitantes". Las movilizaciones llevan a "miles y miles de personas en la Capital Federal y otras zonas del país" a las calles, y finalmente "el Congreso, en particular, el Senado, impone su posición que las Universidades privadas puedan otorgar títulos habilitantes".
Manifestaciones en contra de las medidas en las Universidades privadas. El 30 de septiembre de 1958 el Congreso Nacional sancionó la Ley Domingorena, 14.557
Sumado a que "a poco tiempo de haber asumido aprueba por un decreto secreto, el Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado) que habilitaba a las Fuerzas Armadas a intervenir directamente en el conflicto social".
Es decir, estas condiciones son las que permiten, a través de medidas muy represivas que "capitales extranjeros decidieran venir a Argentina e invertir, es decir que esa -lluvia de inversiones- de la cual tanto hablaba Macri, sí le funcionó a Frondizi", expresó Belkin. La contraparte del ajuste son las inversiones extranjeras en especial en áreas como "automotrices, químicas, metalúrgicas, petroquímicas" dando paso a "la segunda ISI, el segundo proceso de sustitución de importaciones que tuvo la Argentina".
Toma del frigorífico Lisandro Della Torre.
Belkin, consideró por último que este acto tampoco le fue gratuito porque "cuando son las elecciones de medio término, en 1960 pierde la mitad de los votos", un costo político muy alto unido a la ley de privatización que envía al Congreso para limitar la actividad del frigorífico Lisandro Della Torre. Como parte de su plan privatizador, "se desata una lucha enorme, se toma el frigorífico, hay batallas campales contra la policía mientras él está en EE.UU negociando con el FMI. Es una derrota muy grande que sufre el movimiento obrero, de 6 mil obreros quedan 3 mil y ese mismo año 1959-60 hay una huelga muy grande de bancarios que es durísimamente reprimida".
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