En diálogo con Enzo Maqueira por AM 1270 Soledad Menutto, licenciada en Ciencias de la Comunicación, habló sobre “Paranurbano”, un proyecto que busca conocer lo paranormal en el Conurbano. Tal como explicó, "es un podcast donde no sólo se hacen entrevistas a personas famosas que hayan tenido algún tipo de videncia, vinculado en especial al rubro de la música tropical" sino también indaga sobre "religiones que producen mucho pavor".
Por su parte, Menutto brindó detalles sobre algunos de los mitos más comunes en torno a los fenómenos paranormales: "Siempre hay que pensar que donde hay una ciudad que tenga diagonales, está vinculado a la masonería, y donde hay masonería hay ocultismo". En ese marco, relató que "nuestros próceres eran masones por ende hay un misticismo en Buenos Aires, La Plata".
El vínculo entre lo espiritual y la masonería surge, según Menutto a través del culto a "la masonería que se acerca a lo esotérico, espiritual con esta idea de ser un ser superior, una entidad que tiene conocimiento que otras personas no tienen”. Incluso, llegar a estar "muy vinculado a la Antigua Grecia y a la Antigua Roma, Sócrates, Aristóteles por ejemplo, hablaron con los oráculos plenamente vinculados a la Ouija y el juego de la copa” llamados “ruedas parlantes, círculos oradores”.
Hermanos Parker
En particular, la Ouija producida en la actualidad como un juego de niños, "es una técnica espiritista con posibilidad de abrir portales. La historia de la tabla Ouija siempre estuvo vinculada a la idea de querer saber y hablar con personas que nos digan qué va a pasar en un futuro", explicó Menutto.
"Tras la guerra de Secesión en 1891 las personas tenían la necesidad de comunicarse con sus seres queridos, fallecidos, no parecidos, entonces, el grupo Parker Brothers, quienes accedían a las ruedas espiritistas, reuniones donde se juntaban personas de muy alta clase, europeas, donde lo más terrible de esas sesiones es que se intervenían con niños menores de 10 años como médium. Con los años la tabla pasa a ser una tabla móvil que podía llevarse a todos lados. En 1991 la empresa Hasbro, la misma empresa dueña del Monopoly compra la patente y lo convierte en un juego", contó la entrevistada.
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