“Aprendí a nadar a los 44 años. Estaba con una compresión en las vértebras cervicales y se me dormían las manos. Fui al traumatólogo y me dijo que podía hacer yoga o natación. Como mandaba a mis hijos a natación al Club Universitario fue que me anoté en la escuela de adultos y así comencé a nadar”.
De aprender a nadar a participar en competencias…
“Comencé a competir en 1996 cuando el profesor Diego Lonati formó equipos de clase Master que incluye a los mayores de 24 años y el pre – Master para mayores de 20 años. Los equipos lo conformaban 5 personas y así nació esta categoría en el Club Universitario que hoy día somos casi 60 nadadores”.
“En los primeros pasos competía en estilo libre (crol) y espalda. El profesor vio condiciones en mí que yo no sabía que poseía. La natación fue un espacio para mí porque mi vida cotidiana en aquel momento era agitada. Tengo una familia con tres hijos y en ese tiempo vivía mi mamá con nosotros, trabajaba de bioquímica en los hospitales”.
“Otro estilo que el profesor creyó que podía hacer bien es el mariposa. Para mí es más difícil que el estilo pecho. Resulté ser buena y empecé a entrenar en la distancia de 50 m y también en el estilo combinado (4 estilos) que se nadan mariposa, espalda, pecho y crol en ese orden. Hay distintas distancias en el estilo combinado y llegué a nadar los 400m. Hicimos record base porque no había registros de competencias Master. Entonces cada competencia se establecía récord nacional”.
Celia pega el salto de calidad y comienza a competir en carreras internacionales.
“Fui a competir al Sudamericano de 1998 que se realizó en Vitoria (Brasil), eso fue dos años después que aprendí a nadar. No tenía expectativas pero volví con la medalla de bronce en los 200m mariposa. A esa altura era campeona argentina en esa categoría. Competí en 12 Sudamericanos, Panamericanos, Latinoamericanos y un Mundial”.
La transición de nadar en pileta a competir en aguas abiertas.
“En 1996 el Club Regatas realizó una competencia de 3 km en el canal frente al club. El “Profe” nos preguntó quiénes queríamos ir y yo me anoté sin tener ninguna experiencia previa. Así empecé con las aguas abiertas y me fascinó. Siento libertad de no tener los andariveles que te limitan en la pileta. No hay ruidos de silbatos y todo lo que sucede en un lugar cerrado”.
“Para mí el verano era nadar en aguas abiertas a full. Iba a la Laguna de Chascomús. Pero un día “se me voló el moño”. Corría el año 2017 con 20 años nadando en aguas abiertas en lagunas, lagos, ríos y con alguna sudestada en el mar frente a Villa Gesell, de todo un poco. Ya con mucha experiencia de repente veo en redes sociales gente que se metía en aguas frías en el sur”.
“Me pregunté qué tal sería y me dije porque no intentarlo. Veía que estaban muy felices en las filmaciones que subían y a la vez nadaban todo el año. Me comuniqué con los que estaban más cerca (Pilar) y me invitaron a nadar con ellos. Iba todos los domingos a nadar, las aguas estaban a 20° y para mí era fresca. Claro que en el mes de julio el agua estaba con una temperatura de 9°”.
Del disfrute de nadar en aguas abiertas a otro como ganar un Mundial.
“El año pasado gané el Campeonato Mundial de Natación de Invierno que se realizó en El Calafate, frente al Glaciar Perito Moreno. Ahora el objetivo es ir al Mundial de Aguas Frías de Estonia en marzo de 2024 (4 al 10). Tuve la suerte de ser convocada por “Nadando Argentina” para integrar el equipo nacional de natación de invierno conformado por 14 nadadores”.
“Voy a competir en 25, 50 y 100m libres y también estoy anotada para 25m mariposa.. La competencia es como si fuera una pileta a orillas de un lago. Estuve todo el año compitiendo en la distancia de 1km en todo el país en el Campeonato NAF (Nadadores de Aguas Frías) que son circuitos boyados casi siempre en forma de triángulo o paralelos a la costa con dos boyas ida y vuelta”.
La aclimatación antes de una competencia y la indumentaria obligatoria.
“En el caso del próximo Mundial de Estonia vamos a estar llegando el 3 de marzo, la acreditación es el 4 y el comienzo de la competencia el 5. La idea es hacer algunas entradas el 4. En mi caso es complicado porque al vivir en La Plata no tengo cerca nada que tenga esa temperatura. Entonces apelo a las duchas frías o poner hielo en la bañera. Para la competencia no usamos traje de neoprene sino malla común, nos ponemos doble gorra de silicona y tapones en los oídos”.