En diálogo con Revolución Solar por Radio Provincia, Dayub comentó primeramente que tanto “El amateur” como en “El equilibrista” tienen un buen nivel de convocatoria, aunque lamentó “que sea una temporada buena para pocos, y mala para muchos”, por la crisis económica profundizada en el último mes.
Seguidamente, reflexionó “hace tres años empecé a sentir que la historia de El Amateur era en esencia lo que los argentinos estábamos necesitando” con la historia de “alguien que se proponía lograr algo imposible y para lograrlo seguía a su corazón, más allá de la realidad, de lo que decían o padecía. Alguien que daba un tiro por elevación haciendo un esfuerzo sobrehumano, a pura voluntad voluntad y constancia”.
En ese sentido consideró que la historia del personaje “sintetiza que el sueño de uno se convierte en el sueño del otro, algo que a los argentinos nos costaría muchísimo hoy. Pero todos necesitamos creer en algo o en alguien, y que la fuerza del sueño del otro nos permita cumplir nuestro propio sueño. Pero hoy todo está tan relacionado con el consumo que perdemos de vista lo que es sentirse bien, tomar mate tranquilo, tener para el alquiler, que haya para comer, mirar por la ventana y estar feliz: respirar hondo y sentir la maravilla que es estar sano. Corremos tanto atrás de cosas que no son tan importantes, entonces el arte nos ayuda”.
Luego se refirió a la situación que atraviesan las y los trabajadores del arte y la cultura como así también la comunidad que se forma en disciplinas artísticas, ante las medidas amenazantes para el sector que plantean el DNU 70/2023 y la denominada Ley Ómnibus enviadas por el presidente Milei al Congreso de la Nación.
“Hay que entender, y me encantaría que escuchen los que no creen, que hay que mantener las instituciones que en definitiva le hacen bien a los ciudadanos. El Instituto Nacional de Teatro permite que alguien vaya a un pueblo a formar a un director, actor, escenógrafo, que se pueda hacer un espectáculo al aire libre donde puedan ir los vecinos”, dijo, al tiempo que agregó “los dineros que manejan no son salen de los bolsillos de las personas”.
Luego se preguntó “¿a qué persona no beneficias si le permitís tomar clases de guitarra, de teatro?”, y para aseverar seguido “no hay perjuicio, siempre va a ser para forjar una persona más educada, sensible, que va a aprender algún oficio”.
Emocionado, Dayub concluyó “hay tantas personas jóvenes y anónimas en todo el país que se podrían favorecer. Y es tan importante eso, porque son personas anónimas que un día llegarán a ser Héctor Alterio, que algún día llegarán a ser Pepe Soriano o Norma Aleandro, y nos representarán en el mundo. Y ahí si uno siente orgullo y tiene valor ese esfuerzo que se hizo desde las instituciones, pero mientras tanto no se advierte, porque son personas anónimas”.