Martín Aurand conversó con AM1270 sobre "Mondo Salamone" un proyecto web que muestra el proceso de recopilación de la vida y obra del arquitecto italiano, radicado en Buenos Aires, Francisco Salamone.
Al respecto, Aurand contó que el arquitecto ítalo-argentino, emigrado desde niño logró componer en apenas 4 años la mayor obra arquitectónica convirtiéndose en "reflejo del patrimonio argentino".
"Llegue a Salomone de una manera un tanto accidental. Mi viejo 20 años atrás se fue a vivir a Cachari, partido de Azul". Allá, "un día me dan un folleto de un tal Salamone". Por entonces, "no entendía lo que había frente a mí", resaltó.
El fotógrafo detalló que "fue a partir del 2007 que empecé a viajar" para conocer su obra. "No fue una relación frenética sino una excusa para recorrer la Provincia", puntualizó.
Para desarrollar el proyecto Mondo Salamone "fui organizando citas que aparecen en libros de escritores muy conocidos" y encontrando detalles de "la obra en películas del cine nacional y extranjeras. Es un mundo infinito", especificó el entrevistado.
Consultado por qué su obra no destacó entre el patrimonio nacional dijo que mucho de lo que se produjo en "la década del 30 quedó demonizado". Aurand cree que "Salamone trascendió" esa mirada aunque todavía "hay otros arquitectos que esperan ser reconocidos" quienes "poblaron de arquitectura toda la Provincia y el país".
Por su parte, resaltó actividades como las emprendidas por la editorial de la provincia de Buenos Aires, “Ediciones Bonaerenses” a partir de lo cual consideró la particularidad de haber propuesto retomar "institucionalmente" el proyecto del arquitecto y su obra y trasladarlo a un libro como "Ruta Salamone" del cual el entrevistado es autor de fotografía.
Ruta Salamone “es un libro de crónicas. Son cuatro autores que recorren zonas diferentes de su obra con el prólogo de René Longoni, un arquitecto que viene estudiándolo hace un tiempo”. Lo que para Aurand tiene de interesante es que “las crónicas cuentan cómo son las localidades, los pueblos, no es un libro técnico, académico, es un libro de viaje”.