La escritora y periodista, Candelaria Schamun conversó con Radio Provincia sobre su libro "Ese que fui", un relato en primera persona que habla sobre las mutilaciones genitales y lo difícil de "exponerse a la sociedad asumiendo que hubo en mí cuerpo una mutilación".
En diálogo con Nacho Pereyra en el programa Verano y Humo por AM1270 dio cuenta de su proceso y el por qué fue tan importante contar sobre su experiencia para conocerse a sí misma y a la identidad como "lo constitutivo y lo más importante de una persona".
Como escritora, manifestó que hablar "sobre tu propia identidad es bastante complejo, porque anteponerse a un texto tiene que tener un fundamento y Ese que fui de la única forma que podía ser escrito, era en primera persona, poniendo al servicio de la crónica policial para poder indagar sobre mi propia identidad".
En ese sentido, explicó que "cuando empecé a ser periodista no podía ni mencionar -ese que fui-, Esteban, el nombre me daba asco", por lo cual "el texto expone lo difícil de exponerse a la sociedad asumiendo que hubo en mi cuerpo una mutilación genital porque es muy complicado hablar de la genitalidad".Entonces, Candelaria detalló que asumió ese riesgo a la mirada, a la exposición, casi a la desnudez, porque hay un montón de niños que nacen con variaciones genéticas, que se van de la norma, y siguen siendo mutilados".
En su relato, el texto muestra a "una persona adulta que fue mutilada de bebé en 1981 en plena dictadura cívico militar donde esos cuerpos no se los pensaba como cuerpos deseantes y se los dejaba afuera del derecho humano de gozar; el goce, el gozar y el tener orgasmos tendrían que estar dentro de los derechos humanos de la vida", enfatizó.
La escritora dijo a su vez que esa mutilación y las diferentes cirugías que hicieron sobre su cuerpo le generaron "un montón de traumas, shock post traumáticos, miedos, incontinencia urinaria, dolores, vergüenza, pánico" porque como adulta reconoció que fue "expuesta de bebé a unas correcciones estéticas sin ninguna necesidad biológica y física".
Candelaria, en diálogo con Radio Provincia expresó que es un relato le gustaría "fuera para muchos padres que estuvieron en la misma situación" y lo importante de decidir que no estaba todo en el mismo plano de urgencia.
Para la entrevistada, cuando decidió escribir el libro "el feminismo no estaba al alcance, la ley de educación sexual integral no estaba ni por asomo y no tenía herramientas para poder tener esa sensación de par". Entonces, "con muchísimo psicoanálisis pude empezar a hablar un poquito".
Así, "surgió la idea del libro, iba a escribirlo bajo un pseudónimo hasta que el feminismo me ayudó al compromiso de escribirlo". Tras la investigación, llegó al expediente judicial del año 81 "para la reasignación de la identidad y ahí estaba el DNI de Esteban".
Por último, señaló que es probable que "todo esto nos hizo mejores como personas, más humanos, más comprensivos porque nuestras historias, lo que traen a cuenta es que no tomamos ninguna decisión de nuestra infancia sobre nuestros cuerpos, fuimos mutiladas sin consentimiento, por eso nos merecemos ese debate, se merece tratar la Ley de Intersexualidad para la protección de las características de los cuerpos intersexuales".
Foto Télam: Camila Godoy.