Al respecto, manifestó que “lo peor de todo es que esto se sabe hace 20 años. Él es un genio del marketing y lo que hizo fue vender un producto” que existe “hace 19 a 20 años”.
Se trata de una “investigación vieja” y en estas cosas suele ocurrir que “una persona que tiene muchísima plata pone dinero y acelera el proceso que tarda un montón de años”, señaló.
El entrevistado agregó que “hay dos desafíos: el primero es que sea individual, para una patología determinada” y “programado para determinadas funciones”. Por otra parte, “lo más complicado es la biocompatibilidad, porque todas las personas que tuvieron un implante mejoraron esa función, pero luego el cuerpo las rechaza, porque es algo externo y las tienen que sacar y eso genera un problema enorme”.