“En ésta concentración en particular estamos haciendo un trabajo de testeo porque todavía no vamos a hacer el corte grande. Nos focalizamos en un relevamiento de datos evaluando a las jugadores en todos los aspectos. Es un seguimiento teniendo en cuenta la situación del país en este momento”.
“Conozco a la mayoría de las chicas y para poder verlas voy todos los años al Torneo Argentino donde confluyen todas las selecciones provinciales. Hay que evaluar cada año porque esto es un deporte amateur y por lo pronto nadie vive de esto y eso se nota. Entonces el jugador que no está a nivel primero le avisamos que no está rindiendo como se espera”.
“En cuanto a las juveniles están todavía en un proceso formativo. Algunas son llamadas a la Pre –Selección mayor como un proyecto para seguirlas bien de cerca y otras si bien no son convocadas, las tengo anotadas porque hay jugadoras con mucho potencial y las observamos en forma permanente para una posible futura convocatoria”.
“En estas concentraciones trabajamos directamente con las jugadoras y le brindamos lo que haga falta en cuanto a rendimiento. Luego seguimos la evolución a distancia. El Cestoball está en una etapa de mucho crecimiento y de cambios muy vertiginosos y los jugadores cambiaron mucho la forma de pensar el deporte. Hoy día si bien no somos profesionales, hay un compromiso con la Selección porque representa a la Argentina”.
Manu explica el proceso que debe darse para llegar a lo más alto. “Cuando uno ve un Mundial es como la punta del iceberg y no lo que se ha hecho abajo. En la parte que no se visualiza está la gestión de la Confederación Argentina, la de cada una de las Federaciones, con cada persona que trabaja en forma desinteresada, con cada entrenador algunos con sueldos y otros no, que convocan y practican el deporte”.
En cada concentración se pone a prueba al seleccionado disputando partidos oficiales, la condición extraordinaria es que la DT Ledo no las dirige.
“La situación de partido competitivo real nos brinda al cuerpo técnico la posibilidad de ver a las jugadoras sin ser parte. Nos permite observar pequeñas actitudes que son fundamentales a saber cómo se manejan en la cancha, las reacciones a los fallos de los jueces y a las decisiones del técnico. Hay cosas que se observan relacionadas al lenguaje no verbal por ejemplo las caras de fastidio y que derivan en cuestiones de conducta dentro de la cancha”.
“Todo eso lo puedo ver desde afuera porque cuando se está dirigiendo uno está concentrado en los momentos del partido y las decisiones que se deben tomar. Esta vez elegimos dos entrenadores de la Ciudad de Buenos Aires, los equipos están mezclados y se enfrentarán por la noche y estaremos observando desde un lugar privilegiado. La gente puede venir a ver los partidos en el Club Ciudad”.