En diálogo con Revolución Solar, Dos Santos contó que trabaja en merenderos de la zona este de la capital bonaerense, con cuadrillas de limpieza y en espacios de contención para mujeres.
“En el último tiempo se nota más la pesadez y el cansancio que nos agobia a las mujeres”, dijo, al tiempo que amplió “lo único que preocupa hoy es tener un plato de comida en la mesa. Es bastante tenso tener que decirle a los chicos que no hay para comer. Tenemos un comedor donde sosteníamos 220 viandas y hoy sostenemos 317”.
Seguidamente lamentó “el proceder de quienes hoy son las autoridades que nos tendrían que dar una mano, y no soltarla en el peor momento. Siempre las clases más bajas vamos a ser las más golpeadas”.
“Las compañeras no están pensando en la vuelta a clases, sino en qué vamos a comer mañana. Es vivir día a día con el corazón en la boca, sabiendo que tus hijos te piden, ¿como les decís no tengo para una leche, un yogur?. Los chicos no entienden, me pasó a mi mis compañeras. El hambre es violencia”, enfatizó.