Durante la jornada de hoy se dictó prisión perpetua para diez imputados, una condena a 25 años y una absolución. Cabe señalar que 6 de los acusados, entre ellos Miguel Etchecolatz, fallecieron durante el proceso judicial que investigó múltiples crímenes de lesa humanidad cometidos en centros clandestinos de detención encuadrados en El circuito Camps: el Pozo de Quilmes, el Pozo de Banfield, y la Brigada de Investigaciones de San Justo.
En diálogo con Revolución Solar, “Mimí” Di Gianni, señaló “conozco el circuito, muchos de los compañeros que han quedado en carácter de desaparecidos pasaron fundamentalmente por el Pozo de Quilmes y el Pozo de Banfield porque era el circuito donde se movían los mismos represores. El Pozo de Banfield es el último lugar donde fueron vistas por última vez muchas de las víctimas, como los chicos de la Noche de los Lápices”. Además, el mencionado lugar “también fue una maternidad clandestina” ya que muchos de los casos de sustracción identidad o apropiación de menores de los cuáles aún no sabemos la identidad, estuvieron ahí”.
Seguidamente salió al cruce de la CONADEP que sostiene que el número de desapariciones oscila entre las 8 mil y 9 mil víctimas.
“En el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora dije la semana pasada que lo no tenían que hacer era provocarnos, porque son más que 30 mil, y que no instaran a contarnos porque ese número se puso cuando era inconmensurable e incontable” la cantidad de desapariciones.
“Quisiera preguntarles si después de las atrocidades vividas por inmumerables familias si todos se hubieran acercado a la CONADEP: muchos no se acercaron porque temían por sus vidas”, argumentó.
“La justicia por fin juzga a aquellos que secuestraron, torturaron y aún hoy se niegan a decir dónde están y fueron depositados los restos de nuestros familiares, compañeros que tenían una tarea social, política y militante, pero que fundamentalmente fueron secuestrados por persecución política”, concluyó.
En el marco del juicio, los represores Federico Minicucci, Guillermo Domínguez Matheu, Carlos Fontana, Jorge Di Pasquale, Carlos Maria Romero Pavón, Jaime Lamont Smart, Juan Miguel Wolk, Roberto Armando Balmaceda, Horacio Luis Castillo y Jorge Antonio Bergés, fueron condenados a prisión perpetua por los delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar en perjuicio de 607 víctimas.