"Es una asociación civil sin fines de lucro que se fundó en 1972 con la idea de acceder a lugares no abiertos al público y empiezan a notar la necesidad de preservar la historia".
La vinculada a los ferrocarriles "es material es de todos y estaba quedando abandonado o destruido, por eso después de 51 años el Ferroclub logra tener tres sedes: en Tres de Febrero, en Lanús y Tolosa, La Plata", señaló el entrevistado, al tiempo que describió que las actividades se realizan "como un voluntariado, hacemos estas cosas en nuestro tiempo libre".
En su caso, "trabajo en sistemas, infraestructura e informática, nada que ver con los ferrocarriles" y así ocurre con la mayoría de quienes forman parte: se dedican a diferentes cosas pero "las une el interés de aprender".
"El Ferroclub es como una escuela de oficio pero no lineal porque nos permite aprender" y es un espacio donde "conviven personas jóvenes y jubilados que se van pasando la información, hay un ambiente de camaradería", afirmó.