ProHuerta es un programa nacional que funciona en todo el país desde 1990. Este proyecto beneficia a más de tres millones de argentinos que participan de él. Actualmente, por falta de medidas necesarias, podría concluir luego de 34 años en funcionamiento.
En diálogo con Mañana Es Mejor por Radio Provincia, la ingeniera Verónica Piñeiro, quien fuera coordinadora del programa entre 2013 y 2016 dijo que hay una “gran preocupación”, por la falta de designación de coordinadores regionales que funcionan como “nexo entre el programa y las familias de los distintos territorios”.
En este sentido, remarcó que aún “no habían designado a la figura de coordinador regional” y remarcó que tiene la esperanza que “este gobierno esté revisando los programas de organizaciones y cuando lo haga con los programas del INTA espero que restablezca todo lo que el ProHuerta hizo”.
Seguido, resaltó que “de las 600 mil huertas que hay en el país, hay huertas escolares con dietas variadas y descontaminadas de químicos, las huertas familiares servían para alimentar a las familias y para comercializar. Llegamos a tener 15 mil granjas, más 200 mil aves producidas. Un millón de kit semillas porque la red es impresionante es un modelo que se replicó en el mundo y quiero creer que en un momento tan crítico donde la alimentación es un riesgo espero que se sostenga”.
Al referirse al ministerio de Capital Humano, dijo que se espera que haya una entrevista pero por el momento no ha habido reuniones que demuestran que el programa vaya a continuar.
Por otra parte, explicó que las semillas que “no se distribuyen en la temporada otoño-invierno ya no sirven para otras temporadas. Los promotores están tratando de continuar con las huertas que ya venían trabajando para que no se pierdan esos trabajos”.
Pro Huerta tiene presencia en todas las provincias y el promotor sirve de nexo entre las ciudades y los pueblos recónditos. El alcance del programa fue tal que tuvimos que desarrollar los manuales en braille y en lenguaje inclusivo, remarcó la ingeniera.