En contacto con “Es Un Montón”, por Radio Provincia, Alberto Sileoni adelantó que mañana en la marcha universitaria habrá “una columna de la provincia de Buenos Aires con representación de todos los ministerios y de la militancia bonaerense”, y aseguró que este es “un momento muy importante y se traduce un límite. La sociedad está diciendo aceptamos algunas cosas, escuchamos cosas que son absolutamente inapropiadas. Pero esto ya no es sólo lo discursivo sino medidas que atentan contra la educación obligatoria, la universitaria y ponen en jaque el funcionamiento de las instituciones”.
El titular de la dirección General de Cultura y Educación bonaerense advirtió que “ya hay funciones que las universidades han dejado de hacer, en términos de investigación u oferta de cursos”.
Y agregó que “en el caso de la educación obligatoria, que es nuestra competencia, se eliminaron el Fondo de Incentivo Docente, los fondos para infraestructuras y tenemos serios problemas de gestión respecto de algunos programas discontinuados, están en peligro de extinción o en una situación de gran subejecución. Y esto es el fruto de 3 meses de gestión con una agresión constante y concreta a la educación pública”.
Por ello, recordó que “antes se pensaba que el poderío de las naciones eran los cañones, la armada, los barcos, la industria, la agricultura. Y, el primero, en nuestro país, que pensó que la educación podía ser un elemento de grandeza de las naciones fue Manuel Belgrano, pero a este Gobierno increíblemente no le parece que la educación sea un atributo de una Nación que se quiere desarrollar”.
Finalmente, al ser consultado por el proyecto nacional de Gobierno y la amenaza de que cierren las casas de altos estudios, el Ministro provincial aseguró: “Es un proyecto imposible en cualquier sociedad e impensable en la sociedad argentina que tiene 200 años de tradición. El pensamiento es castigarte tanto, deteriorarte tanto, bajarte tanto el precio que te debilito y después es más fácil hacer con vos lo que yo quiero. No creo que el objetivo sea cerrar universidades porque eso es un imposible; pero sí disciplinarlas a través del dinero, limitarlas y achicarlas. Y eso también pasa con la educación pública obligatoria”.
“La idea no es cerrarlas sino desfinanciarlas, deteriorarlas y castigarlas tanto que después esa profecía auto cumplida que piensa que 'la educación es un desastre', se verifique”, reflexionó Sileoni. Y concluyó: “Es cierto que la educación tiene problemas. Pero, tendrá más si le sacás inversión, si no haces escuelas o desalentás a los docentes. La educación tiene problemas pero se resuelven con más inversión, formación docente y cuidados; y no con una política del desprecio constante”.