En su columna en Es un Montón, Sergio Wischñevsky analiza la historia y presente de la identidad bonaerense. Arranca con un ejemplo clarificador: "Se juntan 10 argentinos en cualquier lugar del mundo. Unos dicen soy de Santa Fé, de Corrientes, otros dicen soy de Lanús de Avellaneda, es raro que digan que son bonaerenses. Uno se pregunta por qué".
Más adelante destaca que no resultó inocuo que "a la Provincia le sacaran su ciudad Capital, que en los papeles figura separado como CABA. Pero en los hechos cada día hay 4 millones de bonaerenses que entran y salen de la ciudad. Y ni hablar del conurbano, que es conurbano de la ciudad de Buenos Aires".
Frente a esta realidad, paradójicamente, "todas las demás provincias nos ven como porteños y por otro lado los porteños nos ven como esos de afuera que vienen y nos usan los hospitales. Es un limbo que tiene consecuencias".
Por otro lado, Wischñevsky piensa en la situación política de la Provincia, que "tiene 18 millones de habitantes, la que más riqueza genera y la que menos recibe de coparticipación por habitante. En la cámara de Diputados, un voto de un bonaerense está subrepresentado, vale la mitad que un voto de un porteño".
También consideró que "la separación de 1880 marca un hito tremendo, porque si bien se creó La Plata como capital, quedó muy al sur y para los del norte y oeste de la Provincia es muy difícil de referenciarse con ella como capital".