Romina Barrios, directora Ejecutiva del Organismo de Integración Social y Urbana (OPISU), visitó los estudios de TER por Radio Provincia para hablar sobre la integración urbana con el fin de tener ciudades más justas, equitativas y con acceso posible para todos. En ese sentido, contó que desde el organismo “logramos tener una política de estado en materia de hábitat popular. Los militantes del hábitat somos parte de la agenda pública. Continuamos con las obras los programas que llevamos adelante desde OPISU y como dice el Gobernador siempre es importante inaugurar una escuela, un aula en el contexto donde el Gobierno nacional dice que el Estado debe disolverse de sus funciones básicas”.
Por ello, “se pone en valor el enorme esfuerzo que hace el Gobierno provincial para continuar con los planes de urbanización. Son más de 200 barrios con intervención directa y nuestra perspectiva es seguir trabajando estructuralmente en esta mirada porque cuando hablamos de barrios populares nos quieren llevar a la emergencia, pero este contexto hace que el desafío sea mayor”.
Barrios explicó que “cuando hablamos de desarrollo urbano o políticas de viviendas no podemos circunscribirlo a la unidad física. El estado construye y promueve la construcción de viviendas, pero es un paradigma que queda chico para hablar de la realidad de la situación habitacional de la clase media y de gran parte de la población del conurbano. Se trata de las condiciones mínimas para que cada familia pueda desarrollarse con autonomía. Es acceso a servicios públicos, dispositivos de salud, seguridad, educativo, espacios públicos de calidad. Gran parte de los problemas que tenemos es la capacidad de mejorar las viviendas. Las familias bonaerenses siempre que han tenido un mango resuelven la situación física. El problema son las grandes infraestructuras que son potestad del estado”.
En tanto, expresó que desde OPISU “trabajamos en tomas organizadas donde hay una intención de permanencia en el terreno. En cambio, las villas no son tomadas así, son familias migrantes. También en complejos habitacionales con diferentes grados de degradación. Allí, trabajamos en planes integrales conociendo las necesidades que tienen, utilizando los planes rectores que tiene la Provincia y las prestatarias, porque nuestras zonas de barrios populares a veces están en un no lugar para el acceso formal de los servicios”.
Asimismo, remarcó que “las obras son necesarias, pero a veces no alcanzan porque no son referenciadas o esperadas por la población” porque esperan otra obra. Sin embargo, “hemos podido sostener todas nuestras obras con un enorme esfuerzo y muchas dificultades. Pero si estuvieran paradas todas las obras en este contexto nos serias muy difícil poder sostener la construcción porque el estado ha fallado muchas veces en materia de hábitat popular y el desafío el doble. En estos cinco años de gestión podemos pisar más fuerte en esos programas y obras que tenemos”.
Sobre el mapa habitacional del país dijo que “trabajamos en el interior. Mar del Plata, Bahía Blanca y Olavarría son ciudades con un déficit muy importante y en Campana y La Plata se están concentrando gran parte de los problemas habitaciones que tenemos. Es La Plata la ciudad con más barrios populares de la Provincia que crecieron exponencialmente en los últimos 15 años.
Sobre el desmantelamiento por parte de Nación del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) señaló que “es necesario sostener estos programas porque logramos existir y ser agenda además de conseguir marcos normativos que nos asistan y entender que la problemática del hábitat es algo en particular y no es atendida por una sola área. Lo que buscaba el FISU es dar una sostenibilidad a la política pública en materia de hábitat con todo lo que se necesita. Lo que se busca es demonizar para no ocuparse. El Gobierno nacional tiene una mirada de odio y lo otro es malo, no sirve, no funciona o hace daño”.
No obstante, indicó que “los problemas de infraestructura que sufren nuestros barrios son responsabilidad del Estado. Es deshumanizante no poner en discusión lo que significa la desigualdad, en un país como el nuestro que es ejemplo en el mundo por el piso de bienestar que generó el peronismo permitiendo la movilidad social ascendente. Si tenemos procesos de desigualdad es por miradas como estas”.
“Es momento de salir a defender las políticas de hábitat popular, falta mucho, pero logramos un montón. Nos interesa mucho discutir lo que nos falta y trabajar colectivamente en esta perspectiva común que tiene que ver con entender que el desarrollo urbano y las ciudades justas son necesarias para que todos podamos vivir mejor. El buen vivir atañe a todos los escenarios. Las batallas que vienen son por el suelo justo y el acceso para todos”, dijo tras hablar sobre el Seminario Desafíos urbanos en la ciudad de Rosario.
Sobre el Plenario de la Militancia, del cual participó, sostuvo que “Axel nos pide creatividad, esfuerzo y ese proceso nunca puede ser desde los escritorios si no escuchando las necesidades y como la realidad pega en cada uno de nuestros barrios. Más allá de trabajar interministerialmente también se trata de estar cerca de los diferentes colectivos lo que es parte de nuestra política. En el peor momento estamos en el mejor lugar”.
Para terminar, indicó que “el Estado permite la política de trasformación, tenemos fondos internacionales que nos dan aire, pero también contamos con el esfuerzo del Gobernador con el presupuesto y no tenemos pensado parar porque hay obras que están concatenadas. Para nosotros, que las obras se detengan es algo trágico y el esfuerzo que hacemos llevó a continuar con nuestro plan de obra y abordar los problemas actuales. Desde el Estado no podemos decir que no es posible, si no para qué estamos acá”.