En ‘El holograma y la anchoa’ por Radio Provincia, Miguel Rep entrevistó al biógrafo y coleccionista de Jorge Luis Borges, Alejandro Vaccaro.
“Soy un albergador de libros, papeles, documentos. Tengo un poco el germen del coleccionismo que se transforma en una obsesión y no te puede faltar nada. Es lo que me pasó con Borges, desde los años 70 en que me empecé a interesar en su literatura”, dijo.
Relató que “me enteré que había 3 libros que él no había querido reeditar, de la década del ’20: ‘El idioma de los argentinos’, ‘El tamaño de mi esperanza’ e ‘Inquisiciones’ y me propuse conseguirlos. Uno joven es medio ingenuo y cree que va a encontrar claves secretas y no ocurrió, pero entré en un mundo que no conocía, que es el mundo del librero anticuario, una especie en extinción”.
Así, “conseguí esos tres libros y los libreros anticuarios de Buenos Aires me empezaron a visualizar como un comprador”. El presidente de la ‘Fundación El Libro’ y autor de ‘Borges, vida y literatura’, manifestó que así comenzó a juntar cosas de Borges y en un momento advirtió que tenía una importante colección. “Empecé a tener cierto rigor, por ejemplo, todos los libros que tengo están forrados con un papel especial que traigo de Estados Unidos y tienen un orden”.
Hasta ahora tiene más de 7 mil libros sobre Borges, respecto de quien consideró que “el genio” habitaba en él desde joven. También remarcó: “Yo creo que Borges fue un extraordinario lector, un lector insuperable. Yo me animo a decir siempre que fue el lector más importante de la historia de la humanidad”.
Vaccaro resaltó la inmensidad de Borges y su obra: “Hoy se lo estudia desde la física, desde las matemáticas, desde las religiones, desde lo onírico” y siempre “se van encontrando cosas”.
Seguido, en ‘El holograma y la anchoa’, afirmó que también está atento a las nuevas lecturas de Borges, por ejemplo, por parte de los jóvenes. “No se puede comparar a Borges con los Beatles porque éstos eran populares y Borges nunca lo fue. Llega penetra profundamente pero no llega a todas las capas”. “Quizá no escribió para grandes franjas de la población. La literatura de Borges obliga al lector a tener una activa participación, tiene que estar atento”.
Vaccaro consideró que “Borges era básicamente un ser literario” y contó anécdotas de su vida que demuestran que necesariamente él buscaba en la literatura la razón y fundamento de todas las cosas y los hechos.
Consideró que “políticamente Borges era una adolescente (…) y era un gran gorila. Su antiperonismo venía de la madre y de un grupo de escritores bien de derecha, que él integraba y lideraba Victoria Ocampo”.
También habló de la austeridad de la vida de Borges: “Vivía en un departamento de 70 metros, modesto y vestía clásicamente. No tenía veleidades (…) ni vicios”.