El subsecretario de Economía Popular de la Provincia analizó que “estamos atravesando un escenario muy complejo en términos sociales que se cruza por diversos aspectos”, aunque “lo más significo tiene que ver con la política económica a partir de la brutal devaluación que vivimos y su consecuente escalada inflacionaria” que derivó en “el incremento de más de 10 puntos de la pobreza, la duplicación de la indigencia y el crecimiento de los niveles de hambre como no hemos visto en los últimos 25 años”.
Para el además referente de Barrios de Pie “ese cuadro social y económico, es producto de una acción absolutamente delirante de parte del Estado a partir de su retiro a cualquier responsabilidad que la asigna la Constitución y las normativas”. Seguido, consideró que “estamos frente a un gobierno que está incurriendo en delitos graves por el incumpliendo de sus funciones”, lo cual “se expresa en la aberración que implica la pudrición de comida con este cuadro social que vivimos, por la lógica imperante de funcionarios que no quieren trabajar”.
Menéndez resaltó que “quieren destruir el Estado y por eso no cumplen las competencias de cada ministerio, y se les pudre la comida en los galpones, aunque también podemos estar ante una tragedia vial por el estado de las rutas p una tragedia sanitaria por la falta de insumos”, sumado a que “de casualidad no cerraron todas las universidades”. Por lo tanto, sintetizó que “la actitud ideológica de destruir el Estado nos expone cotidianamente a situaciones de tragedia”.
Por otro lado, denunció “intolerancia democrática”, debido a que “hay una búsqueda de no articular con quienes piensan distintos y por eso nos persiguen y buscan destruir la organización comunitaria, como antes se trató de fundir a las provincias, se cuestionó a las y los artistas, confrontaron con los diputados y senadores. Hay una lógica de hostigamiento a quien piensa distinto que es preocupante”.
A su vez, señaló que “con el desplazamiento de las organizaciones sociales (de los barrios), ese lugar lo va a ocupar el narcotráfico. Como consecuencia no deseada (pensando bien) tenemos un gobierno que termina trabajando para que los narcotraficantes se puedan consolidar en los barrios populares”.
Para el funcionario “estos elementos explican en parte el delirio que estamos viviendo, de que haya comedores sin funcionar y alimentos pudriéndose en los galpones”.
Por otro lado, informó que “institucionalmente no ha habido ninguna comunicación” para saber cómo van a distribuir los alimentos que aún no vencieron. Luego, lamentó que “cuando uno se equivoca y queda expuesto por no reconocer el error, construye una sucesión de mentiras. Por eso están en una bola de mentiras que no los lleva a ningún lado, ya que se vio claramente cuando intentaron justificar lo injustificable y ahora quieren repartir la comida con un puñado de pastores evangélicos y una fundación afín ideológicamente”. “Eso es de una falta de institucionalidad y cualquier criterio de eficiencia en la administración de lo público”, alertó y reclamó “la convocatoria al Consejo Federal de Políticas Sociales, para sentar a los ministros provinciales de Desarrollo Social, articular un sistema de entrega y reflotar la política alimentaria acorde a la crisis que vivimos”, pero criticó que “no lo hacen para no pedir perdón y revisar los sustentos de su política social”.