Salech detalló que desde su ONG llegan a las “ciudadanas de a pie, que vienen a buscar un respuesta a la salud tradicional o profesionales sanitarios. Todo bajó la demanda, al igual que la producción de aceites derivados del cannabis”.
La fundadora de Mamá cultiva destacó: “Estamos lidiando con gente que no le cubren desde el Estado, determinados medicamentos. Nos piden ayuda” añadió. Y aseguró que para el gobierno nacional “la salud es una mercancía, no somos pacientes somos clientes. Es su manera de ver la vida. Sabemos que el cannabis va terminar siendo un negocio que terminará en los grandes laboratorios”.
La ONG Mamá Cultiva fue pionera en Argentina para que se dieran avances legislativos y judiciales en torno al cannabis medicinal. Además, le abrió las puertas a la exploración e investigación en los ámbitos académicos y científicos al cáñamo industrial.
Seguido mencionó que “si la actividad del cannabis no es legal, mucha gente no lo hará, porque esta frenado desde diciembre” por el Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN). Hay más de 80 mil solicitudes frenadas y ahora señalan que “harán filtros en determinadas patologías, pero es grave porque no incluyen a la salud mental”.