En diálogo con Ida y Vuelta, Novoa brindó detalles sobre “Los gestos bárbaros” que surge de una compañía de teatro independiente que agotó la función semanal en el Picadero.
“Esta obra es un lugar de resistencia, somos un grupo de actores que amamos lo que hacemos, pero lamentablemente tenemos que vivir de otra cosa”, dijo, al tiempo que destacó la relevancia del teatro independiente.
Seguido, contó que la obra que dirige Cristian Drut surgió en contexto de pandemia, y que “es todo lo contrario a lo comercial, además tiene un humor súper ácido, donde el espectador es interpelado, termina siendo muy transformador”.
Con una profesión que heredó de su padre Pepe Novoa, y con un legado que continúa en su hija mayor Mora Segade, se tomó una pausa para reflexionar sobre su carrera artística que le permitió superar la dislexia. “Los disléxicos somos sobrevivientes de un sistema educativo que no te entiende, que no te espera, porque a veces necesitamos más tiempo para la comprensión, para mí el mundo va muy rápido” sostuvo.
Consultada sobre su paso por el programa Cantando por un sueño, enfatizó que no la pasó bien porque “era un lugar muy áspero, donde se machacaba mucho en el error, pero me parece que fue muy productivo en lo personal, me permitió reencontrarme con la gente, donde pude izar banderas propias en un espacio de prime time”.
La protagonista de la serie “María Marta: el crimen del country” destacó que allí logró disfrutar mucho la actuación. “Sentí que pude demostrar el pensamiento de tristeza infinita y melancolía, de un cuerpo inerte que buscaba justicia” concluyó.