La “Gata” regresa a la capital de la provincia de Buenos Aires y no escondió su pasión por la ciudad universitaria. "Tengo una predilección con La Plata, por sus teatros y particularmente por su gente” sostuvo en diálogo con Ida y vuelta, y aclaró que vive en CABA donde “está insoportable, con gente tirada en la calle, que es corrida por las autoridades, no comparto esa política. La gente allí está triste, agresiva".
Seguidamente se pronunció sobre la coyuntura política y destacó que "quisiera volver el tiempo al año 2003, lamentablemente no podría al comienzo del peronismo por cuestiones cronológicas, pero sería mi ideal. No soy melancólica, pero si tengo nostalgia de lo bien que la pasamos en otra época, donde Latinoamérica estaba unida”.
Luego hizo hincapié sobre el comienzo de la nueva gestión presidencial, y contó que cuando ganó Milei su hija se largó a llorar, y agregó que “a partir del gobierno de Mauricio Macri hubo un vaciamiento cultural muy rápido”.
También se explayó sobre las necesidades que se recrudecen en Argentina, e insistió sobre las necesidades básicas incompletas. “Hay que priorizar el hambre, es la urgencia. La cultura de alguna manera resiste con determinadas posturas y hechos. Esto no es una democracia, no se están cumpliendo las leyes de la democracia. Parece que pasaron quince años desde que asumió Milei”, reforzó.
Por último, hizo mención sobre su presente artístico y realizó la invitación para su presentación en La Plata, que será el viernes 28 del mes corriente. “Estoy cantando Marcha de la bronca, es una catarsis. En el único lugar donde siento que se me va la tristeza es en el escenario, cantando con el público, allí se establece una simetría con la gente, es un rito”, finalizó la bonaerense, declarada Ciudadana Ilustre de Avellaneda.