En los Juegos de Santiago 2023, obtuvo su primera medalla en un Panamericano luego de ganar la medalla de plata en la modalidad skeet logrando la clasificación a los Juegos Olímpicos de París 2024.
El tirador bonaerense compitió en Lognato ( Italia ) en una etapa clasificatoria de la Copa del Mundo de Escopeta quedando en el puesto 27°. En diálogo en Instinto Amateur contó cómo se está preparando para París 2024.
“El resultado de esta etapa hay que ponerlo en contexto, hace un mes competí en una Copa donde salí Subcampeón del Mundo y a tan pocos días volver a competir hace que se pierda un poco el foco, en términos de fútbol es como a pocos minutos de finalizar el partido tirás la pelota afuera. De todas maneras sirve que así sea a tan pocos días de los Juegos Olímpicos para poner los pies sobre la tierra”.
“Todas estas competencias son preparatorias a París 2024 donde se busca que los atletas lleguen en la cúspide de la pirámide a la competencia. Por otra parte hay que tratar de no desgastarse en la previa y estar a pleno en todos los sentidos. Viajamos el 20 de julio, fecha que abren las canchas para entrenamiento y las cierran el 28 y competimos el 2 y 3 de agosto”.
“Esos días previos sirven para reconocer la cancha, cuestiones que tienen que ver con la visión de acuerdo a la hora del día, también los vientos y el efecto que pueda tener cuando tiran los platos. A la cancha no la conozco pero sí he visto fotos y es típicamente europea. Esto tiene que ver con el fondo que suele ser intrigante en otros lados, acá es artificial y consiste en una loma de unos 20 m de alto cubierta con una lona que contribuye al medio ambiente porque sirve para juntar los perdigones. En conclusión lo que se ve es un paredón verde”.
Federico nació en Lanús hace 36 años y reside en Arrecifes aunque ahora mismo se encuentra visitando a sus padres en Pilar antes de partir a su 3° Juego Olímpico.
“Es difícil pensar en esta circunstancia, siempre estamos inmersos en el día a día y en el objetivo y en la gran mayoría de las veces terminamos por menospreciar las cosas que se van logrando. Supongo que el día que me quede fuera del clasificatorio a un Juego Olímpico seguramente voy a valorar ese logro y es como suele ocurrir en todos los ámbitos de la vida”.
“En esta ocasión me clasifiqué de forma mucho más fácil que las oportunidades anteriores porque fue en la instancia que tenía que hacerlo, en los Juegos Panamericanos Santiago 2023. La vez anterior tuve que ir a clasificar a un repechaje y hay que darse cuenta que lo que estamos haciendo es difícil”.
“Festejé mucho cuando gané la primera Copa del Mundo en Chipre 2017. Luego vinieron otras y si bien me hace feliz me he quedado pensando en el tiro que no dio en el blanco como me pasó cuando obtuve el Subcampeonato del Mundo en Bakú hace unos días. Es un deporte que no te permite emocionarte demasiado porque se pierde la precisión”.
Federico cuenta cómo hace para concentrarse en un deporte que requiere de mucha calma.
“He tenido psicólogos pero ahora no, sigo haciendo las rutinas que ayuden a estar sereno que tienen que ver con meditar, respirar y visualizar. Es una decisión propia porque entrás a un mundo muy particular cuando vas a un psicólogo y es como abrir la caja de Pandora”.
La relación con su padre que a la vez es el entrenador de tiro y su compromiso con el deporte.
“Suele pasar que cuando estamos en competencia nos decimos cualquier cosa y eso tiene que ver con la parte deportiva como atleta y entrenador. Pero por otra parte hay una gran confianza que genera el vínculo de padre e hijo, en nuestro caso siempre ha sido una simbiosis que ha funcionado muy bien. Es muy difícil poder confiar en alguien y es más valioso que lo deportivo”.
“La situación económica es muy difícil para los deportistas en general y los de élite. Me acuerdo cuando mis padres solventaban los viajes privándose de muchas cosas para que mi hermana Melisa y yo pudiéramos competir. Hoy día la situación es diferente porque tenemos el apoyo de varios sponsors pero desde mi lugar en el Comité de Atletas trato de ayudar a aquellos que lo necesiten y no mirar para un costado”.
“Los problemas de solvencia económica vienen de hace un tiempo largo. La situación hoy es que las becas tienen un monto tan bajo que no cubren ni las necesidades básicas de un atleta y es inviable practicar un deporte en esas circunstancias. También tengo que recalcar que las personas que conozco y tienen puestos dirigenciales hacen lo que pueden con lo que tienen. No dudo de la buena fe pero es necesario que se trabaje para mejorar los ingresos y dignificar al deporte”.