En diálogo con La siesta es sagrada por Kampfer manifestó que “el artículo que salió el 23 de junio fue una contribución a algo que se venía tejiendo desde hace muchos años”.
En ese sentido, amplió “yo conté públicamente en el año 2010 acerca de los acosos por parte de Pedro Brieguer, y en aquel entonces creí que nadie me había escuchado. Pero me había equivocado porque había muchas mujeres que estaban mirando el programa en ese momento y pasaron situaciones similares y supieron que no estaban solas. En ese momento no tenía idea que estaba plantando una semillita, hoy veo el tronco”.
Seguido, dijo que “con el correr del tiempo se empezó a conformar una red” y que con la publicación del domingo 22 de junio hecho por Periodistas Argentinas “empezó esta bola de nieve que a esta altura es imparable”.
Según indicó, al momento de haber hecho pública la denuncia “me sentí tan desubicada y tan señalada. Cuando estuve sola nadie me dio bola, se lo conté a colegas y a jefes y se me cagaban de risa en la cara, me trataban de exagerada, paranoica”.
Kampfer, que fue la encargada de compilar los casos en un documento titulado “Acoso laboral: punto y aparte”, concluyó manifestando: “Creo que exigimos algo muy humano que es una reparación y con eso estamos completamente dispuestas a sentir algo que se ha saldado. Por un lago algo innegociable que es el pedido de disculpas públicas, y que después él solvente talleres en contra del acoso sexual en todas aquellas instituciones y medios en las que tanto daño hizo”.