Tras registrarse un importante avance de la extrema derecha en la primera vuelta de las elecciones francesas, ayer la fuerza liderada por Marine Le Pen quedo ubicada en tercer lugar. Y, de esta manera, ninguna de las tres grandes fuerzas políticas francesas lograron los 289 escaños necesarios para garantizase la mayoría en la Asamblea Nacional, la cámara baja del Parlamento francés.
En contacto con “Napalm” por Radio Provincia, Eric Calcagno, ex embajador y legislador nacional señaló que recibió “con emoción” lo ocurrido en el país europeo pero “toda emoción encarna una preocupación porque uno está preocupado por perder esa emoción”.
Seguido analizó: “me sorprendieron los resultados porque había un combo bastante peligroso. Había un gran empresario que financiaba a toda la extrema derecha. Y una parte del patronado francés que decía los dos programas son malos pero preferimos el de la extrema derecha. Es decir que había indicios preocupantes”.
Calcagno, agregó que en este contexto “lo que funcionó muy bien fue un mecanismo que funciona desde los años 80’ y que los franceses llaman desistimiento republicano que indica que frente a la extrema derecha, en la segunda vuelta, el que sale tercero le da los votos al segundo”. Y por ello advirtió que hoy el contexto “es un parlamento de tres tercios donde no se sabe si podrá gobernar el Frente Popular” y por ende habrá que buscar construir mayorías.
“Hay en una situación absolutamente frágil y con poca estabilidad. Un tercio de la asamblea sólo espera una situación para arrojarse sobre el tercio que tiene enfrente. Hay una cuestión de violencia que no es más que la redistribución de los grandes monopolios privados, que a la hora de reformular la política de un país suelen hacerse llamar fascismo”, describió el analista y completó “en este escenario, el Frente Popular anunció ayer que las medidas básicas se iban a tomar por decreto”.