En diálogo con Perdidos en el espacio, sostuvo que "siendo una disidencia sexo genérica visible, soy una cantora trans no binaria, y desde este lugar me paro en todas las plazas, desde Cosquín hasta un centro cultural de barrio, con esta perspectiva que busco transmitir utilizando la música popular como herramienta”.
Seguidamente, comentó que en su formación vocal que incluye ópera, musicales y música de cámara, “la técnica que influyó para ser la cantora que soy, me permitió encontrarme con toda la paleta de colores que tiene mi voz, toda la posibilidad y todo el recurso que traduzco en sanidad vocal”.
Al hablar de sus influencias artísticas, mencionó a Atahualpa Yupanki y destacó que “la voz de Mercedes trajo a mi vida ese mensaje que había compartido toda la sociedad en la década del 60: la propuesta de un canto con fundamento”, ya que “no solamente se trata de un divertimento sino que busca denunciar, criticar, o comentar la realidad del presente. De eso es compone mi vida en este momento”.
En ese sentido, agregó “me considero una artivista, ya que desde el arte, la propuesta musical artística y el arco iris que traigo, busco comentar. Y mi fundamento es hacia una sociedad más justa, empática, igualitaria, amorosa para todos, todas y todes, visibilizando las identidades gays, maricas, bi, trans. No nos queremos ocultar más, y nos sentimos legitimades para ocupar todos los espacios”, concluyó.