En diálogo de El último grito por Radio Provincia, el director de cine valoró que tanto en Argentina como afuera"le fue muy bien a la película, en Francia por ejemplo, tuve la suerte que me inviten al Festival de Toulouse y tuvimos un tour de pueblos presentando la película y después en París".
Moreno comentó que ´Los Delincuentes´ es "una película que pone el foco en la libertad y en el delito, en una secuencia que primero sale bien el robo, pero después se desmadra la situación. Uno desea que les vaya bien para liberarse del yugo del capitalismo, es una película libertaria clásica del anarquismo del siglo XX. En mi juventud yo iba a centros libertarios, pero completamente en las antípodas de los que hoy se llaman libertarios".
En ese marco, donde la coyuntura política nacional llevó al poder al primer presidente libertario de derecha, parte de un movimiento marginal a nivel mundial, que resignificó y se apropió de la identidad libertaria: "Es loco como se fue resignificando todo, cuando empezamos a filmar la película Milei era un panelista. Fue un rodaje muy largo y la película se resignificó a la par que Milei fue creciendo. Entendí que la película tiene un sentido de ser en el presente".
La libertad, eje discursivo del anarquismo y hoy de La Libertad Avanza, repercutió significativamente en los sentidos que vehiculiza ´Los delincuentes´: "La película, que tenía un vínculo más poético con el presente, de repente se volvió más carnal, termina con la canción de Pappo ´¿Dónde está la libertad?´, entonces fue espectacular, fue triste para los destinos de nuestra patria y al mismo tiempo la película encontró un nuevo sentido de ser".
Consultado por la situación de la industria audiovisual en el país, consideró que "hay algo que tiene que ver con la Ley de Cine y con el INCAA, hasta Menem entendió y relanzó el Festival de Mar del Plata, sin querer, fue una de las pocas políticas de Estado. El INCAA atravesó muchos gobiernos, De La Rúa, el 2001, Duhalde, el kirchnerismo, Macri y la política cinematográfica más o menos se mantuvo, con más o menos recursos". En ese sentido amplió que "incluso, las películas nacionales que no tuvieron recursos del INCAA, existen gracias a una política de Estado específica para el sector y tener una política cultural, con réditos económicos y sociales que las películas generan".
Finalmente, reflexionó que la sociedad argentina atravieza una etapa que le provoca incomodidad, con lo que se está proponiendo y el lugar central que ocupan las redes me resulta muy violento. Es violenta la deshumanización de los vínculos, de las opiniones y los encuentros. Estamos todos arrastrados por ahí mirando el celu y actualizando las redes y la información. Esa incomodidad de alguna manera tiene que poder reflejarse en cine o en cualquier disciplina", concluyó.