En diálogo con La siesta es sagrada, consideró que “el celular es el nuevo soporte de esta cultura de toda la información, de todo el saber que existe en el mundo, porque tiene internet. Y la mayoría de los chicos tiene internet por el celular y no porque tengan en sus casas”.
En ese sentido, apuntó que “la obligación de la escuela es enseñar a utilizar internet del teléfono para que los chicos aprendan a hacer un uso inteligente de internet, porque ya están en un mundo donde ese es el modo de comunicarse, de crear comunidad, y entonces no podemos prohibirlo, porque en este espacio estamos como hace 40 años. Queremos seguir pensando que no hay internet, que el único sabe es el docente, que el saber viene por el libro. La escuela ha cambiado y la escuela tiene la obligación de formar a los chicos para este mundo, y no para uno que ya pasó”.
Seguido, aclaró que “no es que el docente se quede sin ganas, y que diga ‘ahora busquen información sobre San Martín’. El docente tiene que cambiar su práctica y hacer de ella una posibilidad de que los chicos estén averiguando por internet, construyendo proyectos, que puedan hacer comunidades internacionales con chicos de otros países, e intercambiar información, cuando eso antes era prácticamente imposible”.
Finalmente afirmó que “los chicos juegan y se sacan fotos porque es el único uso que conocen (al celular). Vos tenés que poder hacer acuerdos responsables con los chicos. Fui profe de Educación Cívica en la dictadura, y pienso cómo me hubiese gustado crear comunidades con chicos de distintos países para que pudieran saber cómo se regían políticamente los distintos países y qué diferencias había entre una dictadura y países de la democracia”.