La doctora en historia explicó cómo comenzó su búsqueda sobre un tema tan intrigante como poco difundido, ejercicios meteorológicos financiados por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos a través de la UBA, proyectos con objetivos que parecen nobles pero tenían también objetivos bélicos en el marco de la guerra fría. "Yo estaba investigando una fundación norteamericana, una división dentro de la Fuerza Aérea norteamericana que se dedica a financiar actividades en latinoamérica, se jactan de financiar aquellas investigaciones que le van a ser útiles en el mediano o corto plaza. En principio era una investigación para fenómenos atmosféricos sobre los Andes, temas complejísimos de modelaciones matemáticas, pedían usar la famosa computadora Clementina de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. El titular del proyecto era Rolando García, el Decano de la Facultad en la época de oro de la UBA. Él argumentaba que entendía las suspicacias pero que él conocía muy bien la institución y pedía que se apruebe un fondo de 40 mil dólares para traer personal de la fundación militar en cuestión". Cabe aclarar que "Rolando García es no solo el Decano que enfrentó políticamente y teóricamente a los militares en la Noche de los Bastones Largos, el de la foto con la cabeza ensangrentada esa noche es él. Después tenía discursos encendidísimos contra la intervención extranjera y hacía hincapié todd el tiempo que no había que aceptar fondos extranjeros. Entonces, un tipo que denunciaba el neocolonialismo, las formas más sutiles de dominación, cómo puede ser que en tiempos más tempranos hubiera apoyado financiamiento externo, pero a la vez puede ser. Casi dos tercios de los fondos de la facultad cuando era decano eran de la fundación Ford. Luego hace una autocrítica al decir que se le abrió las puertas mediante personas no tan firmes a proyectos extranjeros".
En ese escenario, "antes de ese proyecto Rolando García, con esa fundación norteamericana había tenido vinculación. En esos proyectos previos encontré el sentido de este estudio de los vientos sobre los Andes que se intentaban modelizar, es lo que ahora ves en google cuando ves el comportamiento de los vientos en imágenes modelizadas. Pero además, en esa época los seminarios especiales estaban divididos en asuntos, uno era ese y otro era la modificación artificial del clima. En EEUU era muy importante y en Congreso tenía una comisión dedicada a legislar lo que se hacía en la materia. Es el famoso intento de hacer llover. Sembraban nubes con partículas de ioruro de plata y por eso las gotas se condensan y llueve antes o después o el granizo era más chico. Por otro lado estaban las bienintencionadas ideas de solucionar problemas de sequía, pero también se desarrolló como arma de guerra. Así de gracioso como suena, la CIA intentaba hacer llover sobre manifestaciones en la India, Japón, inundar los caminos de Indochina para dificultar los movimientos. Se llamó Proyecto Popey, luego se cambian los nombres, se desclasifica, se arma un escándalo al punto que hay un acuerdo internacional que prohibe sembrar nubes con fines bélicos, que Argentina suscribe en 1972. La efectividad de los métodos es bastante debatidos, hoy en día los científicos debaten, aunque mejoraron mucho los métodos. Ahora se hace con misiles y con aviones. El departamento de meteorología de la UBA tuvo mucho desarrollo alrededor de lo que se llamó la Operación Granizo que estaba financiado por el seguro agrícola de Mendoza, que intentaba que no se le arruinaran las cosechas. Hacían experimentos randomizados. Llegan a la conclusión 5 años después de que no era efectivo así como lo estaban haciendo, hasta sugieren que hicieron granizar cuando no tocaba. Imaginate el debate, ¿está bien o no hacer llover acá y en el de al lado no, modificando el clima?".
Rieznik explicó que "yo estudio cómo el proyecto Operación Granizo y Modelaje de nubes estuvieron intrincadas con el financiamiento norteamericano, si hay algo que hacen muy bien es disgregar sus objetivos en varios proyectos para que pase desapercibido el objetivo final. Por supuesto que en esa época era información clasificada y es probable que Rolando García no supiera nada en ese momento, recién se conoce en 1972. García dice que conocía esas instituciones y escribe con Thomas Malon, asesor directo del Departamento de Defensa de los EEUU en temas meteorológicos y es muy probable que él supiera eso y también es probable que un argentino que colaboraba tampoco supiera. El propio Malon decía que es difícil qué investigación tiene fines militares y cuáles no". Seguido, agregó que "hubo muchos fondos dedicados a sondar estas cuestiones, en una época en que no había el nivel de movilización ambiental que había hoy. Sus intentos eran escalofriantes, pensaban en calentar el mar ártico para ver qué pasa, cosas que hoy son impensables".
Lo curioso de estos proyectos financiados desde EE UU es que "cuando consultás a los meteorólogos argentinos de esa época te dicen que no sabían, que se referenciaban en un noruego Holmboe, que resultaba ser un figura clave de la formación de la aviación en temas meteorológicas. Donde asesoró y la Fuerza Aérea de EEUU invirtió muchísimo", concluyó.