En 2008 vuelve a Boca Juniors por corto tiempo y ficha en el Anzoátegui de Venezuela. Regresa a nuestro país y juega en varios equipos. Tras dejar de competir en la Liga Nacional de Básquet, máxima división argentina, fue fichado por Huracán de San Justo, tercera división, convirtiéndose así se transformó en el primer jugador que, tras haber conseguido el oro olímpico, disputaba esa división. Además, compartió equipo con sus hermanos Germán, Matías y Damián. Se retiró en 2018 en el Burzaco Fútbol Club que integra la Liga Metropolitana de Básquet.
El próximo 28 de agosto se cumplen 20 años de la obtención de la medalla dorada en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 cuando le ganó la final a Italia por 84 a 69. La Generación Dorada del básquet argentino celebrará su aniversario con un partido especial el 2 de noviembre en el Parque Roca.
Gaby Fernández habló en Instinto Amateur e hizo un recorrido desde los primeros pasos de aquel equipo hasta su consagración. La mayoría recuerda el Campeonato FIBA Américas de 2001 en su 10ª edición que se celebró en Neuquén (Argentina) entre el 16 y el 27 de agosto como el puntapié inicial de esa generación.
“El proceso arranca un poco antes y con otros jugadores, con parte de lo que fue el equipo olímpico habíamos jugado en Oruro 1994 (Bolivia), también jugamos campeonatos sub-23. Creo que él que le dio comienzo a todo fue Guillermo Vecchio formando seleccionados con jugadores que no íbamos a participar de los campeonatos de mayores pero sí nos fogueaba”.
“Nosotros empezábamos a ver lo que era una concentración, que no tenías todo el confort que hubo más adelante pero se contaba con ropa adecuada, entrenamientos doble turno con horarios no negociables con parte física muy dura. Eso fue el preludio de los años siguientes que luego lo vivimos con nuestra generación porque a hasta ese momento éramos juveniles”.
“A todas luces fue una gran experiencia y un acierto de Vecchio con Rubén Magnano como asistente. Cuando Rubén se hace cargo de la selección nosotros éramos un grupo que había jugado en Primera sin ser los titulares. Se viene ese cambio generacional y entramos nosotros que teníamos mucha más experiencia que lo normal a pelear cada uno de los puestos”.
El trato con los más grandes siendo un juvenil.
“Para mí fue muy gratificante porque venía participando de torneos y concentraciones con ellos. El primer torneo que jugué fue el de 1995 siendo muy chico con apenas 18 años y ya en 1996 me citan para la preparación y ya era un jugador más”.
Parte del armado que concluyó en la llamada “Generación Dorada”.
“Uno fue Leandro Paladino, que estuvo en el Mundial de Indianápolis (2002) que luego se lesiónó y no pudo seguir en el equipo. Otro fue Lucas Victoriano que junto al “Torito” estuvieron cuando clasificamos a los JJ.OO en Puerto Rico. Ellos dos no llegaron a los Juegos Olímpicos pero nos sumamos al equipo Pepe Sánchez. Leo Gutiérrez y yo”.
“Luego entran (Carlos) Delfino y (Walter) Herrmann que eran muy jóvenes con un potencial tremendo. Delfino ya se proyectaba como lo que demostró ser, un jugador de otro nivel. Herrmann había tenido el accidente de su familia que le impidió ir a Puerto Rico pero si fue parte del plantel de Atenas 2004, en esa temporada fue uno de los mejores jugadores de la Liga Nacional y venía en una escalada muy fuerte”.
Argentina había perdido la final del Mundial de Indianápolis 2002 frente a Yugoslavia. En los JJ,OO de Atenas enfrentó en el primer partido a Serbia y Montenegro (por la división sufrida luego de la Guerra de los Balcanes). Para Argentina fue una revancha que la ganó por un punto con la famosa “palomita” de Manu Ginóbili y abrió el camino que terminó con la medalla dorada.
“Nosotros en aquel momento teníamos mucha seguridad, sabíamos que había que ganar la mayor cantidad de partidos posibles. Pero en el camino hacia la medalla no había que cruzarse con Estados Unidos, que no venía muy bien porque había perdido los dos primeros partidos en la fase clasificatoria y casi queda afuera. Después mejora su juego y gana los siguientes”.
“A nosotros nos tocó una zona donde estaba Italia que llega a la final, España que se cruzó con Estados Unidos porque el equipo de la NBA había perdido. En cuartos nos tocó el local Grecia y tampoco nos queríamos cruzar. Luego pensábamos que seguía España y en realidad fue Estados Unidos porque el “Dream Team” le gana en cuartos a los ibéricos. Ahí no nos sentimos muy bien porque veíamos que USA reaccionó y hay que ganarle en estas circunstancias en semifinales”
El antecedente había sido un triunfo de la selección argentina el 4 de septiembre de 2002 y fue una fecha trascendental para el básquet mundial. Argentina venció 87-80 a Estados Unidos, en la segunda fase del Mundial de Básquet en el Conseco Fieldhouse de Indianápolis y así le provocó la primera derrota de la historia a un equipo formado por jugadores de la NBA. En Grecia había que jugar las semifinales.
“Hay que tener en cuenta que venía saliendo campeón olímpico en casi todas las ocasiones y si nosotros los dejábamos afuera de la semifinal le cortábamos esa racha. Ellos salieron a jugar el partido al 100% pero se encontraron con un equipo físicamente muy fuerte, muy defensivo, con un planteamiento táctico que los complicó porque no los dejamos tirar muchas veces al aro en sus ataques. Nuestro “negocio” era frenar sus contraataques, su juego rápido y encima ganar la lucha por los rebotes. En la parte ofensiva tuvimos esa parte del equipo con una muy buena noche y todo eso hizo que nos quedáramos con el triunfo”.
Gaby cuenta cómo se consolidó el equipo de la llamada “Generación dorada”.
“Veníamos conformando un grupo muy bueno desde el 2001 y antes también. Era un grupo muy competitivo que tenía una competencia interna feroz. Esta anécdota la cuento siempre: cuando Rubén Magnano fue de gira por Europa, me cita en Madrid y me dice que me había ganado el puesto en la selección, me acuerdo que me emocioné, le di la mano, yo era bastante frío y él también y le agradecí. Luego fui manejando desde Madrid hasta Valladolid, donde yo jugaba, totalmente feliz, estaba emocionado realmente pensando que iba, de todas maneras, a pelear el puesto contra leones. Era muy desgastante pelear el puesto y mucho más en ese grupo”.
La vida actual de Gaby Fernández. "Hace muchos años que tengo una fábrica de trailers, ha crecido bastante y ahora ha pasado a ser la primera actividad. Antes de la pandemia estuve un par de años como entrenador en Temperley jugando en el Torneo Federal. Pero luego decidí enfocarme en la vida familiar y a la actividad industrial pero sin dejar de hacer deportes todo el tiempo que puedo”.
Los difíciles momentos económicos para un emprendedor de una pyme.
“Hemos pasado por muchas crisis, la del 2018 con una gran devaluación, también hemos pasado la pandemia. Estamos acostumbrados a lo malo, a vivir con inflación y las empresas cuando hay más movimiento en el mercado interno pueden subsistir un poco mejor. Entonces hay que bajar la inflación y se produce una crisis recesiva muy grande, parece que eso empieza a terminar. Nosotros venimos aguantando pero en estos dos últimos meses se ha dado un pequeño repunte general. Nosotros los empresarios queremos que no haya especulación y pedimos reglas claras”.