El escritor y periodista Cristian Alarcón habló con ‘La Hora Plateada’ sobre ‘Testosterona’, una performance dirigida por la actriz y directora Lorena Vega y protagonizada por él, que se presenta el 7 de septiembre en Mar del Plata, a las 21.30 hs. en el Teatro Auditorium y el 14 en el Teatro Astros en CABA.
En ese marco, habló de “la infinitud del deseo” que “es insondable como lo humano, que parece salvarnos de la muerte y confirmarnos que vale la pena todo”.
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El deseo tiene mucho que ver con ‘Testosterona’ y “la historia de este niño al que inyectan para torcer aquello que aparenta, su femeneidad, pero que en el fondo es intentar torcer lo imposible que es el deseo”.
Consultado sobre cómo se dio su participación en la obra, indicó: “Así como yo aplasté el recuerdo de las inyecciones de testosterona que me dieron entre los 6 y los 8 años para masculinizarme, creo que uno en la vida esconde y silencia del modo que pueda otras pulsiones que no satisface. Estamos llenos de frustraciones, de aquello que no hicimos a tiempo”.
En ese marco, agregó que “la obra surge como resultado de la distancia con el teatro que tuve” y recordó: “Yo hice teatro en la Patagonia con un grupo universitario (…) del Comahue pero entre los 15 y los 16 años como estábamos amenazados por un grupo ultra derechista nazi que había en el Alto Valle (…) y encontramos un refugio en el teatro”.
Cuando arribó a Buenos Aires “me asustó la ciudad porque yo era un niño campesino y me refugié en La Plata donde entré a Periodismo. Ingresé con esa frustración acuesta pero sobreviviente y me enamoré del periodismo”. También en la capital provincial incursionó en el teatro.
Alarcón dijo que –paradójicamente- “en el teatro, el maltrato ha sido la norma, los directores, incluso los genios, son unos machirulos y misóginos”. Por eso, “salí corriendo” de ese mundo “y me quedé en el periodismo, como si fuera tanto más democrático”, ironizó.
En tanto, reveló que “no aprendí a escribir en Periodismo, me fui inmediatamente a los talleres de poesía o de literatura porque no alcanzaba lo que nos enseñaban en la facultad”.