En declaraciones a El Tenedor de Libros por Radio Provincia AM1270 expresó que “es posible que sea el libro más personal. Empezó como anotaciones y después una amiga me propuso escribirnos cartas, donde yo le mandara esas anotaciones y ella me contestaba”.
En ese marco, relató “ella inventó un personaje que finalmente se iba para un lado que no era el que estaba originalmente en mi plan, por más que no tengo mucho plan nunca (….) entonces quedó ahí”. Seguido, añadió: “En un momento me llamó Alejandra Zina de la Revista ‘La Forma Breve’ y me preguntó se quería escribir un texto, que el número iba a estar dedicada a la menopausia”.
Tras enviar sus apuntes, Garland recibió “una respuesta muy entusiasmada y agradecida” lo cual la llevó a “replantear todo el libro y querer seguir”. Al respecto, señaló que el texto “es muy fragmentario pero se fue armando de esa manera”.
“Tiene múltiple entrada porque tiene lectura, cosas que le pasaron a las mujeres y ella (el personaje) mira hacia atrás y entonces cuenta la mirada sobre su propia vida a lo largo del tiempo y va uniendo cosas que siente que se repitieron” con el objetivo de “encontrarle un sentido a estar envejeciendo”.