Después de 50 años de carrera, el creador de grandes éxitos como "Qué par de pájaros", "Amor pirata", entre otros, que viene llevando a cabo su gira despedida, dirá presente en la capital bonaerense. “Estoy en plenitud, feliz, he recorrido un camino muy largo. Ya sabemos todos los que estamos en el mundo del arte que no es un camino fácil, nadie me dijo que iba a ser fácil la cosa, pero la pasión puede con todo, como dice Gustavo Cerati “si hay pasión, no hay error”, y yo adhiero a esa manera de pensar que es un modo de darnos fuerza para salir adelante cuando el camino se pone pedregoso. Había un formidable actor cómico que se llamaba Fidel Pintos, el inventor de la sanata, que tenía una frase que decía “los artistas son esos señores que un día comen faisán y al otro día comen las plumas”, y es así, me acostumbré a eso y mi familia también”, destacó en Radio Provincia.
Paz Martínez recuerda las pasiones del vínculo con el público, y se entusiasma con un final de carrera en su máxima expresión. “A veces sucede que voy a un lugar donde me conocen mucho, me siento un bendecido por haber transitado más de cincuenta años con la música, y no se me paró el reloj, sigo escribiendo canciones, pero la gente me pide los clásicos, los temas de las telenovelas, aunque tampoco al público le llama la atención cuando en un concierto me siento en el piano o agarro la guitarra y canto alguna canción nueva, la escuchan con muchísima atención, mis shows se caracterizan por la complicidad que se genera con ellos”, agregó.
“Me encanta conocer teatros y cantar allí, tienen una magia muy especial, pero no me gusta hacerlo en los estadios porque no se puede establecer diálogo con el público, lo mío pasa por el tema de la emoción, y los seres humanos somos seres emocionales, no importa la edad que tengamos. Mi público al comienzo de mi carrera era femenino, las mujeres me hicieron el aguante, ahora está repartido, hay muchos hombres disfrutando del espectáculo”, sostuvo en Ida y vuelta.
Los temores aparecen en cada historia de vida que hacen pública los artistas, pero el profesionalismo domina cada final de anécdota. “Antes de que se levante el telón, cuando ya hicimos la prueba de sonido y veo que está todo en condiciones, me gusta pasearme a oscuras por el lugar mientras está ingresando la gente, adoro tomar ese contacto físico con el espacio. Tengo mucha experiencia, pero cuando voy a cantar la primera canción tengo un poquito de mariposas en el estómago, ese cosquilleo aparece siempre, está la famosa adrenalina de que salga todo prolijo, y cuando me escucho la voz cantada ya pasó todo, ya estoy en control de la situación”, reconoció.
“En el colegio secundario mis compañeras tenían una revista de moda y había dos páginas que decían enseñanza de guitarra, le pido el libro a las chicas, me lo llevo a mi casa, y como estaba la letra de la canción y estaba dibujado como tenías que poner los dedos en el mango de la guitarra, me pareció sencillo, pero yo no tenía el instrumento, así que me fui a la verdulería de la esquina y le pedí un cajón de manzana, le saqué una tabla y dibujé las cuerdas, y ahí practicaba los acordes que había visto en la revista. A los 14 años mis viejos me regalaron la guitarra y ahí ni se dieron cuenta de que me estaban marcando un camino”, recordó.
“Hay muchas canciones mías que cantan otros artistas, se sorprenden cuando conocen que el tema que cantaba Rodrigo “Que ironía” es de Paz Martínez. Me han grabado artistas de la talla de Mercedes Sosa, ella me pidió una canción personal que la grabó a dúo con Soledad Pastorutti, que se llama Agua, Fuego, Tierra y Viento. También, la única canción que tiene escrita, cantada, grabada en español, Madonna, la letra es mía, en inglés es You'll See, y en español es Verás. Ella no habla nada nuestro idioma y sin embargo tiene una fonética perfecta. En definitiva, puedo decir que grandes artistas han grabado mis canciones”, concluyó el tucumano, autor de un centenar de canciones.