Durante su visita a los estudios de Radio Provincia, Diego Bagú, astrónomo de la UNLP y docente habló sobre la “carrera espacial”, y las disputas entre los países y empresas privadas para lograr llevar naves con humanos a la Luna y Marte.
En relación a la actualidad de la carrera espacial, Bagú remarcó que la carrera espacial “es extraordinaria y vamos a ver los mejores años en los próximos 5 o 6 años”.
Afirmó que “las dos puntas de lanza de la nueva era espacial son China, en primer lugar, y Estados unidos. Ya que si dominás el espacio, dominas el planeta y el mundo”.
Aseveró que a Estados Unidos “lo desvela el regreso a la Luna y China quiere impactar enviando astronautas porque ya ha enviado naves a la Luna”
Asimismo destacó que China “en materia espacial están avanzando de una manera increíble. Han alunizado y ya han traído muestras. Son la primera nación que lo logra”.
China ya manifestó que en 2028 van a traer rocas de Marte, y lo van a lograr. Son muy prolijos y las políticas de estado son a muy largo plazo.
Por otra parte, se refirió al multimillonario Elon Musk quien expresó que en 2026 enviaría su nave Starship, que sería una nave no tripulada y si eso funciona enviaría una nave tripulada 2 años después.
Por otra parte, explicó que cuando los astronautas están en el espacio están en un ambiente de microgravedad. Eso equivale a estar 15, 20 días en cama en reposo, porque es cómo no moverse y uno de los principales problemas que tiene la carrera espacial tiene que ver con los límites que tiene la adaptación del cuerpo humano.
Al ser consultado sobre la llegada del hombre a la Luna, y las teorías conspirativas que giran en torno a ese tema, afirmó que “el programa Apolo a principios de los 60´ llevó el 4% del PBI de Estados Unidos y el objetivo era ganarle a los Rusos. Todo el hardware que se fabricó fue en exclusivo para esos cohetes. En términos industriales todo estaba dispuesto para ello. Eran artesanías. En el programa Apolo trabajaban de manera directa 400 mil personas. Se dieron condiciones únicas para que eso pudiese ser logrado. Todo eso quedó obsoleto. Esa maquinaria ya no existe más y Estados Unidos no pudo volver a repetir esa experiencia.
En otro aspecto, Bagú aseveró que “el turismo espacial es una mega industria. China tiene un mercado y perfil que le permiten desarrollarse sobre este objetivo”.
Por otra parte, al referirse a la inversión en tecnología por parte del Estado afirmó que “me llama poderosamente la atención el nivel de ignorancia galopante y la mala fe. Siempre los que van por el lado de todo a lo privado y nada a lo estatal juegan la ficha que le conviene.
Hubo un sistema estatal que financió la investigación científica para que el sector privado tomara ese capital y desarrollara el valor agregado”.