Adriana Serquis, expresidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica lamentó que se anunciara la paralización del Proyecto Carem, el primer reactor nuclear modular pequeño 100% argentino que se puede utilizar para generar energía en el país y también como tecnología de exportación. “Es un acervo estratégico de nuestro país y no sólo lo decíamos nosotros sino que un organismo internacional de energía nuclear ha puesto al Carem como uno de los proyectos más avanzados del mundo”, señaló.
En "Naplam", por Radio Provincia, Serquis admitió que “las presiones internacionales siempre existieron y son históricas; ya que cada vez que se trataba de avanzar con algún proyecto de este estilo aparece la voz de algún país del norte que no le interesa que podamos seguir avanzando” en estos temas y relató que ella misma ha “recibido visitas de funcionarios de Estados Unidos” aunque nunca escuchó “una orden explicita”.
Pero, al mismo tiempo destacó que, en este caso, en principio, “la razón que se explicita siempre es presupuestaria” ya que según recordó “este año cuando yo todavía estaba a cargo y se contaba con la prórroga del presupuesto 2023 ya se sabía que iba a ser necesario un pedido de refuerzo presupuestario para que los proyectos y las instituciones siguieran funcionando”.
Entonces, la entrevistada señaló que desde el organismo que todavía dirigía “habíamos elaborado un pedido de mínima para poder garantizar el funcionamiento de la institución y de estos grandes proyectos como el Carem o el R10 entre otros. Pero, la gestión actual ya para el Carem solicitó menos presupuesto que esa mínima y lo que se otorgó fue el 50% de eso. Por ello, ya sabíamos que era imposible sostener el frente de construcción del prototipo con el ímpetu que veníamos y lograr alcanzar este hito que era demostrar su funcionamiento y ponernos a la vanguardia en proyectos del estilo”. Y por ello denunció que “ahora no se está avanzando ni hacia el Carem comercial ni a terminar, a tiempo, el prototipo. Y esta demora nos deja sin esa ventana de oportunidades”.
Pues, subrayó que el proyecto argentino “en marzo” quedó en segundo lugar en “un estudio de la Agencia para la Energía Nuclear de la OCDE sobre los 60 proyectos más avanzados en el mundo (…) Y esto nos ponía en una situación ventajosa porque teníamos una ventana de oportunidades muy importante si avanzábamos en terminar el prototipo, demostrábamos que funciona y sacábamos el Carem comercial” porque si bien “hay un proyecto chino que está casi terminado, después el coreano o el japonés están mucho más atrasados e incluso el norteamericano donde se invirtió el triple de tiempo y de agentes está muy poco avanzado comparado con el nuestro”.
Finalmente, la especialista señaló que el Carem “fue una a puesta estratégica importante” que “se empezó a construir en el 2014 como fruto de una “política de Estado que se llevó adelante durante años y eso es lo que se teme perder” ya que no es lo mismo que en los 90’ “cuando nos echaron a los científicos a lavar los platos… Si en este momento esta gente se va, es muy difícil que puedan volver porque son requeridos en muchísimos lugares”.