El presidente Javier Milei presentó en el Congreso Nacional el Presupuesto 2025 y se mostró confiado en que los legisladores respaldarán la iniciativa para volver a ser “un país grande”.
En ese marco, afirmó que “venimos a ponerle un cepo al Estado” y advirtió que “este presupuesto brinda el equilibrio fiscal sin importar cuál sea el escenario económico”.
“Estamos en la misma casa donde en diciembre de 2001 se celebró con algarabía el default de la Argentina, que fue el comienzo de un ciclo populista que destruyó al país”, afirmó Milei y agregó: “Soy el primer presidente economista de la historia y para mí el destino de un pueblo se juega en las decisiones económicas que toma”.
Seguido, indicó: “Vengo a proponer un presupuesto diametralmente distinto, el más radicalmente distinto de nuestra historia, y a más profundo es el cambio, mayor el esfuerzo para pelear por él”.
El mandatario ratificó su decisión de alcanzar el déficit cero sin importar el escenario económico. Resaltó que “cuando los gobiernos quieren gastar compulsivamente y no tienen margen de seguir subiendo impuestos no hay otra fórmula que pedir plata prestada o emitiendo”, que es lo que –a su criterio- ha empobrecido a la Argentina en las últimas décadas.
Actualmente “el déficit sólo se cubre con deuda, que son impuestos a las futuras generaciones y en Argentina más impuestos no puede haber: la presión impositiva ronda el 60%”, subrayó Milei y aclaró que eso “implica el exterminio de las generaciones futuras” aunque hoy “ya el 70% son pobres”.
Milei vaticinó que “éste será el primer año de superávit fiscal”, e insistió en que “la pobreza y la indigencia son producto del déficit y esto obedece a la compulsión de los políticos al gasto público”. En ese aspecto, indicó: “Tiene que quedar claro que no hay nada más empobrecedor para los argentinos que el déficit fiscal y nada que más enriquezca a los políticos”.
Por eso, anunció que “vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal” lo cual, “parece un sacrilegio dicho en esta Casa, de donde salieron la mayoría de las medidas populistas que arruinaron el país”, expresó.
En tanto, consideró que “no exageramos cuando decimos que hemos hecho el ajuste más grande de la historia de la humanidad. A los que nos acusan de no tener gestión, les digo que gestionar no es designar miles de funcionarios en el Estado cuando la mitad de esas áreas no deberían existir, o gastar millones de pesos en pagar servicios que el sector privado puede hacer mejor y más barato. Gestionar es haber evitado la hiperinflación que nos dejaron en puerta, es haber echado 31 mil ñoquis en estos 9 meses; aprobar la boleta única de papel; es haber eliminado los piquetes en el AMBA y reducido el 75% los homicidios en Rosario”, entre otras cuestiones que enumeró.
Al respecto, sintetizó que “gestionar no es administrar el Estado sino achicarlo para engrandecer a la sociedad” y reconoció que “ahora tenemos que hacer el valer el titánico esfuerzo que han hecho los argentinos”. De ahora en más, “primero vamos a ver cuánto tenemos que ahorrar para luego ver cuánto podemos gastar” esa será –según anunció- “una regla fiscal inquebrantable”.
“El superávit primario tiene que exceder el monto de los intereses de deuda a pagar. El gasto tendrá que ser igual o menor a los ingresos” y así “podremos ir reduciendo impuestos y el tamaño del Estado que es la verdadera presión impositiva”. “No importa qué suceda con la economía, sea cual fuera el escenario, el resultado fiscal estará siempre garantizado”, afirmó.
Tras ello, Milei sostuvo que “cuando un Estado se aboca a tareas que no le competen, incumple las obligaciones básicas” y, a su criterio, a eso obedece que se haya llegado el 50% de pobreza, el analfabetismo y se han generado “medios públicos al servicio de los militantes”.
“No es tarea del Estado interferir en el proceso económico, creemos en la libertad, si el ciclo de la economía es genuino, el Estado sólo debe garantizar la estabilidad macroeconómica y el imperio de la ley”, indicó el mandatario.
En tanto, mencionó que “queremos que las empresas argentinas sean más competitivas, hay que amigarse con la idea de que lo mejor para un trabajador es un empresario que invierte, para eso hay que liberarlo de los costos altísimos”. Por eso anunció que seguirá avanzando con “las reformas estructurales” y “todas las desregulaciones” que sean necesarias para “ser el país más libre del mundo porque así seremos grandes de nuevo”.
Luego advirtió que las provincias y los municipios también deben reducir el gasto: “Esta guerra contra el gasto público se pelea en todas las dimensiones del Estado. Esto requiere que las provincias hagan un ajuste de U$S 60 mil millones, nosotros ya hicimos nuestra parte”.
“El Estado no tiene que ser una niñera que se encargue de todo”, señaló Milei y aseguró que “si hacemos las cosas bien viviremos un país con estabilidad económica y el Estado va a ser un servidor del ciudadano y no su amo y señor”.
“Tenemos dos opciones: hacer lo contrario a lo que venimos haciendo hace más de 100 años o seguir haciendo lo mismo y mantener este sistema putrefacto que empobrece a los argentinos. Luego será la ciudadanía la que los ponga en la esquina de los justos o de las ratas miserables que atentaron contra el país y su gente”, les advirtió el Presidente a los legisladores.