Norma Piazza, médica pediatra especializada en nutrición y firmante de las dos cartas abiertas de la Red de Pediatras que está alertando sobre el hambre infantil denunció que en los consultorios “lo que surge, es un grado importante de impotencia ante la situación” porque “se asocia que si hay pobreza no se accede bien al alimento. Pero no hay rebelión frente a esto. Y eso es muy dramático. Y nosotros salimos a denunciarlo porque creemos que la sociedad debe generar una masa crítica” y acordar que “no puede haber una situación más grave que, las niñeces pasen hambre”.
En contacto con "TER", por “Radio Provincia” la profesional de la salud enfatizó: “Las madres que gestan o amamantan, y los niños no debieran pasar hambre. (...)Tenemos que poner todas las energía para que los chicos no pasen hambre porque se generan daños irreparables. Y cuando la malnutrición se da en plazos críticos como es el primer año de vida en poco tiempo el daño es muy fuerte”.
Piazza describió: “Somos una red de pediatras de distintas provincia que nos juntamos a raíz de la situación que estamos empezando a ver en los consultorios. Entendemos que no podemos estar callados y también la Ley 26.742 dice que tenemos una corresponsabilidad en la situación de lo que pasa con niños, niñas y adolescentes”.
Y por ello “sacamos dos cartas. La primera para hablar sobre la “situación alimentaria, y los datos reunidos por UNICEF y el observatorio de la UCA. Y la segunda para mostrar lo que se veía a nivel de los consultorios. Porque estamos pensando fundamentalmente en qué pasa con aquellas niñeces que no están llegando a los consultorios; porque los pasillos de los hospitales están vacíos” detalló e insistió que ante “la imposibilidad de viajar” muchos niños se pierden los “controles y eso también se va a traducir en mayor enfermedad”.
Finalmente, Piazza reflexionó: “Yo tengo la imagen de los niños con hambre, los platos y las cacerolas de los comedores y merenderos vacíos y los campos llenos de silo bolsas con alimentos” y a continuación se preguntó: “¿Hasta dónde llegó la humanidad que puede tolerar como natural o incluso aceptar que los alimentos estén encerrados y que los pibes tengan hambre? ¿Cómo se puede convivir con esto?´.