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DOLLI IRIGOYEN HABLÓ SOBRE SU ORIGEN BONAERENSE
LAS HERAS

DOLLI IRIGOYEN HABLÓ SOBRE SU ORIGEN BONAERENSE

Por Leopoldo Coda / 28 de September, 2024
La chef reveló que aprendió “sobre la importancia de los alimentos viendo cómo mi abuelo trabajaba en su huerta y mi abuela convirtiendo todo eso en dulces y conservas”.


En declaraciones con El Tenedor de Libros, la chef y empresaria gastronómica Dolli Irigoyen se refirió a sus orígenes bonaerenses. Recordó que nació en Las Heras, donde además fue docente. Afirmó que “aún tengo mi casa allá, donde van mis hijos y nietos”. Se trata de “mi lugar en el mundo, es donde me siento bien y cocino para la familia”. Expresó que “tuve una infancia maravillosa, mi papá y mi mamá me educaron para tener una vida decente y allí me ayudaron a criar a mis hijos”.

Dolli Irigoyen sostuvo que en su familia “éramos una familia de 6 y en casa todas las noches se juntaban 10 ó 12 personas. Venían los amigos de mis hermanos y se terminaban quedando a cenar y la que cocinaba era yo”. Más tarde, estudió asistencia social hasta que nacieron sus hijos: “Como no podía viajar a la UBA, la terminé dejando”.

Manifestó que en Las Heras “empecé haciendo tortas y luego me convocó un club de la ciudad para tomar la concesión del restaurante. Como me subo a todos los trenes, dije que sí al otro día”. Para la cocinera argentina, “Las Heras es un pueblo que me dio todo porque con este restaurante pude educar a mis hijos, hacer mi casa, venir a Buenos Aires en una oportunidad a la que me convocaron desde Carrefourt para que administrara el sector de los alimentos”.

Sin embargo, enfatizó que “lo más lindo de Las Heras fue pasar tiempo con mi abuela y mi abuelo maternos, que eran seres increíbles”. Indicó que “ella era italiana y él era francés, fotógrafo y maquinista de ferrocarril. Además, era un gran agricultor. Tenía una huerta y yo aprendí de la importancia de los alimentos porque veía a mi abuelo trabajando en la huerta y a mi abuela convirtiendo todo eso en dulces, conservas para todo el año, los animales, los huevos. Lo único que se compraba era el pan”. Seguido, agregó que “mi abuela me cocina la enseñó de la recuperación. Ella no tiraba nada, recuperaba todo. Hacía 6 ó 7 platos que era todo reciclado, era la cocina de la inmigración, la cocina de la pobreza”.