Fabricio Ballarini, Científico del CONICET, y doctor de Bioingeniería del ITBA señaló que esta pandemia dejó en evidencia no sólo que falta “conocimiento científico en los medios de comunicación” sino que tampoco hay divulgadores científicos nacionales.
En No Corras, por FM 97 Une, el especialista señaló: “Trato de no consumir los medios de comunicación porque me hace muy mal que se difunda información muy mal chequeada, con malos tonos, y que siempre se consulte las mismas voces. Eso no me parece algo positivo para una sociedad que lleva un año y pico de Pandemia, de infodemia”.
En ese marco, Ballarini relató: “Se necesita más gente con conocimiento científico de forma general en los medios o algún asesoramiento. Hay una falta de educación científica enorme. Los que estamos en contacto con la ciencia, sabemos qué tono darle a un papper. No es lo mismo The Lancet, o Nature, que otras revistas. Y existen muchas formas de entender las publicaciones científicas. Pero, desde los medios, por inexperiencia no se conoce. Entonces hay muchos errores” .
“Los papper no son verdades absolutas. Son producto de una investigación certificada. Y atrás puede venir otra investigación que complementa o cambia esa verdad. Y como sociedad nos desespera que no haya una verdad absoluta ni si quiera en algo médico” explicó.
El investigador denunció: “Los medios no han intermediado para que el conocimiento científico llegue a la mayoría de la población. Es por eso que han crecido mucho las redes de la gente que se dedica a las ciencias y que ha intentado colaborar de distintas maneras”.
Y destacó que en este marco de infodemia “Es necesario una auto crítica de todas las partes. “Desde el aspecto científico, la respuesta es muy disímil. Y las redes sociales son buenas para unas cosas, pero también son muy buenas para fragmentar. Es muy complejo, en un tweet o en un hilo establecer una idea. Porque vos tenés que saber quién te comunica eso y en qué contexto. Y eso es muy difícil de construir allí”.
Además, Ballarini agregó:“ los argentinos somos una sociedad, que no ha puesto en la comunidad científica un eje de comunicación. Hay pocos referentes de la comunicación científica. En culturas como la española tenés divulgadores científicos de todas las ramas, algunos son youtubers, las academias los premian, los docentes usan sus material en la escuela. Acá no está esa cultura y es un problema. Y cuando, la gente que investiga, participa de los medios hay muchos miedos, no sabés si no estás participando o apoyando otros mensajes”.