En contacto con TER por Radio Provincia, Montagna, ingeniero y empresario de 52 años, ingresó en la historia tras romper un récord guiness al arrojarse de 13 mil metros. “Hacía mucho frio y había que mitigarlo, además fue de noche y era otro riesgo para poder aterrizar. Pero, lo más complicado fue el oxígeno” detalló.
El entrevistado contó que no estaba preocupado por el aterrizaje porque estaba planificado. “Estuvimos más de una hora arriba de un avión preparándome antes del salto, tuvimos 3 segundos para salir hacia la puerta y lanzarnos”.
Además, relató: “Probé de todo, pero nada se compara con la intensidad de un salto por paracaídas. Un lanzamiento normal dura un minuto cayendo, es mucho tiempo a una velocidad de 200 km/h”.