Al respecto, destacó que “los espacios públicos hay que ocuparlos y esta es una plaza emblemática que está en el casco histórico” y añadió que a la FILAB “pasan muchos vecinos de las 12 localidades del distrito”.
En ese marco, el funcionario reveló que el acontecimiento suele hacerse en junio, pero en esta oportunidad, como consecuencia del ajuste de la gestión de Javier Milei, se pospuso hasta el mes de octubre: “Es una Feria más discreta a la que hicimos el año pasado, teníamos 3.200 m2 cubiertos de carpas y este año 2.000” lo que representa un 40% menos.
“En contenido tenemos una feria de mucho prestigio, de personalidades interesantes como artistas y escritores. La empezamos a pensar de una manera para poder poner una palabra y un hecho contundente ante tanta adversidad y presión para eliminar cosas intangibles como lo es la educación y la cultura”, sostuvo Pianciola. Seguido, remarcó: “Tenemos a la provincia de Buenos Aires y un Gobernador que se puso a disposición de la Feria del Libro”.
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