En diálogo con “Es un Montón”, el director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, Andrés Asiaín, habló sobre la gestión económica de Javier Milei y planteó que "ha logrado cierta estabilidad cambiaria con una inflación que ha venido cediendo de una forma importante. Es un punto positivo en la situación económica”.
Al mismo tiempo, contrarrestó que esto se ha logrado a partir de un “aspecto negativo", como el derrumbe de "la actividad productiva de los sectores ligados al mercado interno y la caída del poder de consumo de la gente". A su vez, agregó que "la actividad industrial, la construcción y el comercio están en niveles muy bajos”.
Al referirse al mercado cambiario, Asiaín resaltó que “hay una incógnita porque gran parte de la estabilidad del dólar tiene que ver con la recesión económica". Luego, precisó que "la baja de las importaciones implicó la caída de la actividad económica" y ese dato constituye "la explicación clave del superávit comercial de la Argentina actual”.
Al ser consultado sobre el impacto de un salto cambiario que impacte negativamente en los ingresos, sostuvo que “hay dos debilidades. Una tiene que ver con el bajo nivel de actividad económica, la pérdida de empleo y del salario; y la segunda es que la estabilidad del dólar se está logrando con intervenciones, recesión pero evolucionando por debajo de la inflación, entonces hay presiones cambiarias". Aclaró que "si se devalúa, salta de nuevo la inflación y, ante el sacrificio de la población, el termómetro social se va a calentar con el Gobierno”.
En otro sentido, hizo mención al informe que plantea la posibilidad de un megacanje de deuda. Al referirse a este tema, Asiaín aseguró que Caputo prepara un megacanje de deuda vía DNU que “obliga al Estado a achicar intereses, lo eliminaron y cambiaron bonos a condiciones del mercado”. El último antecedente de canje de bonos “es el megacanje, que implica para la Argentina duplicar la deuda externa”. Al mismo tiempo, subrayó que “plantea duplicar la deuda para canjear los bonos que vencen a los acreedores”.
Por último, detalló que “este año fue el año más fácil en términos de caída de vencimiento de deudas, a partir del año que viene son muy grandes los vencimientos y va a aumentar”, por lo que “Argentina va a quedar atada por décadas a la deuda, ajuste permanente y es una cadena perpetua financiera”.