Pedro Perucca es un periodista que se especializó en el accidente de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, que en ese momento pertenecía a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
En diálogo con “El Frasco” en Radio Provincia, dio detalles de las investigaciones que ha publicado en torno a ese acontecimiento, que, según sostuvo, “también tuvo que ver con las circunstancias políticas porque estaban los preparativos por el Día Internacional de los Trabajadores”.
Remarcó que “iba a ser la planta atómica más grande del mundo, los equipos que se habían entrenado para hacer el mantenimiento del reactor, habían cambiado. Fue una tormenta perfecta para que todo saliera mal”.
Perucca describió que cuando se produjo el accidente, “salió una nube radioactiva que afectó a 13 países de Europa, toda la población tuvo algún grado de contaminación”. En tanto, advirtió que pese al desastre, “dos de los reactores siguieron operativos hasta el 2000 hasta que el gobierno ucraniano decide clausurarlo, pero hay gente que todavía sigue trabajando ahí”.
Al mencionar el tratamiento inmediato tras el accidente, Perucca destacó que “los bomberos echaron agua en un primer momento y eso fue peor. Rápidamente comenzó a morir gente, luego intentan tirar cargas de arena por helicóptero y también sale mal, empeoran la situación. Intentan hacer un túnel y se dan cuenta de que es un desastre”.
Perucca consignó que “las cifras de muertos van entre 80 a 100 mil” según distintas investigaciones y resaltó que actualmente “hay gente que sigue viviendo allí que son trabajadores de la planta, científicos y algunos evacuados que quisieron volver a su casa”, pese a que está prohibido.
Significó el entrevistado que “no se sabe tanto de los efectos de la radiación a larguísimo plazo, se está estudiando. Lo curioso es la vuelta de la naturaleza que en toda esta zona aparecieron osos, caballos ucranianos que estaban al borde de la extinción. No parece la radiación afectar tanto a los grandes mamíferos, sí los insectos, las arañas, que están confundidas, tejen mal sus telas”.