Según lo informado por el gobierno nacional, lo que se busca es que los productos sean "a precios accesibles, previsibles y de cumplimiento obligatorio en todo el país".
Además, se recomendó que dichos precios de la canasta básica, sean congelados, por lo que para tal fin deberán contar en sus etiquetas el valor que cada consumidor final deberá pagar al salir del supermercado.
Osvaldo Bassano explicó que esto es posible. “nosotros lo hemos visto", y en tal sentido nombró a la "comunidad económica europea" que "tiene una regulación muy estricta en derechos del consumidor", y "ha establecido algunos parámetros en los lácteos o productos de primera necesidad”.
El programa busca "encontrarse en comercios de proximidad, a precio popular y que tengan impreso el precio en la etiqueta".
El titular de la Asociación de Defensa de Derechos de Usuarios y Consumidores, recordó que en el país "tenemos una voracidad por parte de muchas empresas que son las formadoras de precios". Explicó que "ya sea el productor o fabricante o los grandes hipermercados ponen precios especulativos", y esto "genera incrementos que a veces no tienen nada que ver con la realidad".
Destacó que en Argentina, "los productores de alimentos quieren exportar y no les importa dejar el mercado interno desabastecido. Lo hemos visto con la carne,. lo hemos visto con el contrabando de semillas, y de granos". De este modo lo que sucede es que "los productos del mercado interno" terminan pagándose "más caro y se dolariza indirectamente".