La misma “se basa en criar al insecto plaga en el laboratorio de manera masiva, separar a los machos de las hembras, irradiar a los machos con el fin de dejarlos estériles sin que pierdan su competitividad, y liberarlos en el sitio que se quiera controlar la plaga para que copulen con las hembras salvajes compitiendo con los machos salvajes, pero sin dejar descendencia”, según contó la especialista.
Aseguró que esta metodología “logra disminuir la población de la plaga en el sitio donde se quiere controlar”, y por ello contó: “Estamos adaptando esta tecnología para utilizarla en el mosquito vector del dengue, zika y chikungunya”.
Por último, explicó: “Empezamos a trabajar en el Centro Atómico con esta nueva investigación, y fuimos avanzando a hasta esto que estamos alcanzando en este momento, que es realizar las primeras liberaciones en un barrio de Ezeiza”.