El Centro de Estudios para la Recuperación Argentina-Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA registró un 131% de incremento de la indigencia en el último año. El índice pasó de incluir a 2 millones de personas en el 2023, a alcanzar ahora a 6 millones de argentinos.
En ese marco, la coordinadora del Centro advirtió que “la Argentina camina hacia un modelo de sociedad donde el 80% de las personas son pobres y el 20% rica. Y eso lo ves en la vida cotidiana". La especialista sostuvo que "ahí aparece la falacia del argumento respecto del análisis de la desigualdad, porque ésta última es un problema político y no solamente de variables económicas”.
En contacto con “Es Un Montón” por Radio Provincia, la politóloga Mara Pegoraro señaló que el informe “muestra con datos concretos el crecimiento exponencial de la indigencia en relación a la pobreza, algo que cualquiera de nosotros puede percibir caminando por la calle”. Y explicó que en este caso, los datos surgen de la información que vuelca el INDEC en la Encuesta Permanente de Hogares a partir de la Canasta Básica Total, que mide la pobreza y la Canasta Básica Alimentaria que estipula la indigencia.
Seguido, puntualizó que el informe “señala que gente que antes era pobre se ha vuelto indigente y eso habla, a las claras, del deterioro social de la Argentina” debido a que “6 millones de personas no logran cubrir la Canasta Básica Alimentaria al mes y no comen todos los días”. Y desagregó que “el mayor porcentaje son niños y jóvenes”. Por lo tanto, apuntó que “si empezamos a tener problemas de malnutrición infantil, la proyección es bastante preocupante porque una infancia pobre produce países pobres”, sentenció.
Pegoraro relató que el deterioro del entramado social argentino “es un fenómeno que viene sucediendo en el país desde hace más 10 años". Sin embargo, subrayó que "ahora marcamos una aceleración de esto en base a un proceso de ajuste, que afecta a los sectores más empobrecidos” porque “mientras los ingresos aumentan -en promedio- un 70% u 80% por debajo de la inflación, la Canasta Básica Alimentaria sube un 118%”.
Por lo tanto, concluyó que “los salarios no acompañan el ascenso de los costos de los alimentos producto de la inflación y la megadevaluación, que se hizo al inicio del actual Presidente; y eso explica el deterioro social y la aceleración de los índices”.