Mediante una comunicación con Código Provincia, Federico Randazzo, director de Atahualpa Yupanqui, un trashumante, explicó: “Se llama así porque el viaje para él fue un método de vida y lo atravesó durante todo el siglo XX, con viajes que al principio fueron a caballo. Después viaja en condición de exiliado por Europa y luego se convierte en una figura de la cultura universal”.
En ese sentido, continuó: “No es lo único que está en la película. También muestra muchas de sus colaboradoras, compañeras y sus amistades, y también muestra el carácter de Atahualpa”. A lo que agregó: “Se lo ve en vínculo con su pueblo y con los territorios del mundo, que fue su gran preocupación: saber cómo sonaban las melodías de los pueblos que dialogaban con los paisajes en cada lugar que visitaba”.
Por otra parte, señaló que “estamos hablando de un hombre que compuso, escribió, participó del cine y compiló muchísimas melodías. También se dedicó a reflexionar la identidad, la cultura”. Por lo que precisó: “Preguntarse quiénes somos los que habitamos este territorio, es un problema complejo que nos atraviesa desde que nacimos como Nación. Atahualpa es una obra puesta en diálogo con ese tipo de preocupaciones y eso le da la vigencia”.
Ya para finalizar, el director del documental aseguró: “Para los fanáticos, hay materiales muy pocos conocidos e inéditos”. Mientras que añadió: “Para quienes no conocen a Atahualpa, es volver a un tesoro sagrado de la cultura de esta parte del mundo. Por algo Trueno, Louta o Wos vuelven a Atahualpa. Hay una sabiduría, una enseñanza muy universal que nos conmueve a nosotros pero conmueve también a quienes no conocen nuestras tradiciones”.
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