El ingeniero agrónomo, Santiago Sarandón, conversó con Laboratorio de Ideas por Radio Provincia, sobre los beneficios que tendría para las sociedades un cambio de paradigma en la producción.
Respecto a la prohibición de mencionar la palabra Agroecología por parte del INTA, dijo que “no me sorprende porque sabemos que lo que proponemos va contra la corriente. Venimos con una idea crítica y un modelo alternativo. Somos una minoría que está creciendo, porque venimos a reemplazar un modelo por otro". En tal sentido, dijo que "analizamos que la agricultura, una de las principales actividades de los seres humanos, se está haciendo de una manera que cuando uno lo analiza no es viable por mucho tiempo”.
En la misma línea, resaltó que “muchos creemos que dentro de este modelo debe haber otra manera de pensar, una reconstrucción conceptual de la relación del ser humano con la naturaleza y de hacer agricultura. Ahí nace la Agroecología: un cambio profundo. Por eso, hay que entender lo que pasa en muchas instituciones, como sucede en la universidad y el INTA”.
También, expresó que “la Agroecología propone disminuir el uso de insumos externos", debido a que, "para la agronomía de hoy, la de alto rendimiento, se necesita comprar muchas cosas. Es un modelo insumo-dependiente que deja por fuera a la mayoría de los productores". Entonces, precisó que "quienes se benefician con este modelo van a ver con malos ojos el cambio. Por esa razón, no nos sorprende y hacemos esta contrarrevolución”.
“La Agroecología puede producir más y ser más rentable. Hace cinco días usé la IA para preguntar por el modelo de la Agroecología y la respuesta muestra que sería una versión mejor que la que tenemos. Todo lo que se publicó sobre ella muestra bondades: contribuiría a la biodiversidad, tendría bondades alimenticias y ayudaría a frenar el cambio climático”, remarcó.
Para terminar, señaló que en la ciencia “nunca vamos a tener certezas. Cuando sucede eso estamos en el terreno de la ciencia post normal, es decir, la gente que no es científica cobra protagonismo porque sabe que los científicos nos estamos equivocando. Acá, la sociedad empieza a discutir a los científicos. Este es el nuevo mundo que nos incomoda, pero en el que hay que discutir”.