Mario Santucho, escritor y director de la revista Crisis, donde realizaron una investigación sobre el ataque por redes sociales de “milicias digitales”, coordinadas y arengadas por sectores de la derecha, aseveró que “la justicia no está preparada para responder a estas nuevas tácticas de violencia” y que, ante esta denuncia, “crearon una empresa en Estados Unidos para desprestigiar la investigación”.
En diálogo con “Todo este Ruido”, Santucho explicó que todo comenzó con investigaciones generales a la ultraderecha, pero "a sus derivaciones más violentas en particular". En ese marco, señaló que "nos ocupamos del asunto desde el atentado contra Cristina Kirchner" con la intención de "salir de la lógica de escandalizarse y que luego no pase nada”.
Seguido, amplió: “A partir de ahí hicimos un seguimiento a través de una plataforma y vimos una cantidad de ataques y agresiones contras organizaciones de Derechos humanos, políticos, etcétera, y queda en claro que una de las formas de llegar al poder de la derecha es a través de la violencia”.
Al mismo tiempo, remarcó que “con la llegada al gobierno detectamos que pusieron un parate en la cuestión, dejaron la protesta callejera y siguieron ejerciendo violencia fuerte de forma digital, que luego pasa al plano de lo físico”.
Explicó que “lo hacen a través del ´docseo´ sobre personas que cuestionan al gobierno y expulsarlo de las redes. Publican información particular, fotos de las puertas de las viviendas y luego, en un hecho delictivo, que es penal, envían gente a la casa de alguien y generan hostigamiento a familiares e hijos de esas personas”.
En este aspecto, destacó que “aparece una tercera cuestión, que es que la justicia no está preparada para responder a estas nuevas tácticas de violencia”.
Explicó que los grupos que buscan amedrentar a quienes cuestionan al Gobierno recurren a dos estrategias: siguen usando la violencia digital y se autovictimizan para, por vía judicial, censurar la circulación de la información.
Por último, aseveró que la investigación sobre milicias digitales que publicó Crisis tuvo consecuencias impensadas, según dijo el mismo Santucho ya que “alguien creó una empresa en EEUU para desprestigiar la denuncia y una fiscalía imputó a una de los hostigados por KFC por difundir la nota”.