En diálogo con “El Repaso”, por Radio Provincia, explicó que la decisión del gobierno de quitarle al instituto la potestad de regular el mercado, “hizo que este año la oferta superara ampliamente la demanda”.
“Nosotros fijábamos un precio mínimo de referencia -explicó- y eso hacía que la producción fuera rentable para toda la cadena. Luego, en base al valor de la yerba mate canchada se fijaba el valor del paquete en góndola y nosotros ganábamos alrededor de un 10%, es decir, si el paquete costaba $5000 nosotros ganábamos 500”.
“El problema -advirtió Hacklender- es que terminamos septiembre con una renta de $180 cuando los costos de producción rondan los $350. Estamos trabajando a pérdida, porque el precio de la yerba continuó aumentando en las góndolas y eso no sólo perjudicó a los productores sino también a los consumidores”.
En ese marco, consideró que es fundamental que se junten nuevamente todos los productores yerbateros para tomar decisiones en conjunto, porque “somos los dueños de la materia prima y debemos exigir que se vuelva a fijar un valor que cubra los costos mínimos de producción”.
Finamente confirmó que este año “hubo una producción récord. Se cosecharon cerca de 968 millones de kilos cuando habitualmente se producen 800 millones. Por eso que se queden tranquilos los consumidores que en todo el año que viene no va a faltar yerba mate en las góndolas”.