Myriam Bregman abogada defensora de derechos humanos y referente del Frente de Izquierda analizó la detención del senador por Entre Ríos Edgardo Kueider y aseguró “ahora están todos indignados porque está casi sobreentendido de dónde sacó esos dólares y por qué no los pudo blanquear con este generoso blanqueo que se votó hace poco”. En ese marco, pidió “canalizar la indignación en un llamado a diputados y senadores para anular la Ley Bases” ya que el primero en vincular la actividad legislativa con “las coimas fue Javier Milei”.
En contacto con “Napalm” por Radio Provincia, la exlegisladora enfatizó que lo que más le preocupa es “que haya tanta indignación en las redes sociales pero no se haga nada en el Congreso” teniendo en cuenta que se habla de una norma que “se aprobó con una represión brutal afuera, está rodeada de denuncias de coimas, perjudica a enormes sectores sociales y sólo beneficia al poder económico concentrado”.
Bregman recordó que cuando se empieza a discutir la Ley Omnibus, el Presidente estaba “ofuscado porque no terminaba de salir lo que él quería” y advertía que en el Congreso “corrían las valijas del aceite, del tabaco, del petróleo para comprar a los legisladores”.
Seguido, señaló que luego estos “rumores de valijas y coimas empezaron a sonar fuertísimo” cuando “muchos de los senadores y diputados empezaron a cambiar sus voluntad” para votar “la versión que mandaba el Ejecutivo”.
“El caso más resonante, antes del de Kueider, fue el de la senadora nacional por Neuquén, Lucila Crexell, de la cual se hablaba que cambiaba su voto por un lindo paseo por Paris en una embajada de la UNESCO”, puntualizó.
Además, la dirigente del FIT agregó que la sanción de la Ley Bases le hace acordar a la sesión en Diputados donde a partir de un “diputrucho” se logra privatizar la empresa Gas del Estado en los 90. Rememoró que en aquel entonces, “como no les alcanzaban los votos, llamaron a alguien que se sentó, votó y se fue”. Y retomó: “Kueider es un nuevo diputrucho”.
En ese marco, Bregman insistió en que “la Ley Bases no puede seguir en pie”. Y consideró que “no todo se arregla con dos twits enojados. La indignación es una sana respuesta social pero no alcanza cuando uno tiene una responsabilidad. Entonces tiene que ir más fuerte” porque si no “todo se olvida”.
Asimismo, cargó las tintas primero contra el Poder Legislativo que tiene que accionar ante las denuncias de coima en la sanción de una norma, porque en estas condiciones no puede seguir siendo ley. Y, por otro, en el Poder Judicial “que en otros casos es tan rápido para investigar pero cuando se trata de hechos de corrupción es muy lento”.
Ya que, por ejemplo, en el caso de la causa conocido como “La Banelco” que nace por una propia confesión, “el Legislativo revirtió parte de esa norma pero el Poder Judicial tardó años en investigar seriamente y los resultados no fueron los que asusten para que no vuelva a pasar”.
Por último, retomó la discusión sobre el costo de las PASO y del sistema electoral Argentino y para ello se remontó a un informe de Poder Ciudadano que da cuenta que “las últimas primarias costaron la mitad de lo que le asignaron a la AFI”. Por ello, reflexionó: “El problema no es de costo, sino que hablamos de que es más barato comprar voluntades que celebrar elecciones”.